Tras dos años en un segundo plano, Rosana Perán ha dado el paso para volver a la primera fila empresarial, aspirando a ser la representante de la CEV en la provincia. Rosana Perán es, no en vano, la primera mujer que ocupó un cargo de presidenta en las patronales del sector del calzado. Primero lo hizo al frente de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE), y después, cuando se creó la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal). También ha sido vicepresidenta de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE).
Rosana Perán Bazán nació en Elche el 21 de junio de 1975 en el seno de una familia ligada estrechamente al sector zapatero. Hija del industrial Juan Perán, tiene dos hermanos, y una hija de nueve años.
Desde pequeña mostró interés por la empresa familiar, Pikolinos. Los que la conocen dicen que después de pasar varios veranos jugando en la fábrica de su padre, enseguida tuvo claro que su futuro estaría ligado al sector del calzado y a la empresa que la vio crecer.
Entre 1995 y 1999 se licenció en Bachelor in Business Administration. Antes de incorporarse a la empresa familiar en 2001, ocupó puestos en la empresa Tempe y en la auditora ABGL.
Rosana Perán siempre ha tenido entre ceja y ceja los números, y, por eso, se formó en finanzas y organización, completando su formación en otros países, lo que le ha otorgado una visión más global del mercado en el que se mueve la ilicitana.
Tras su incorporación a Pikolinos siguió formándose, a la vez que pasaba por todas las empresas y departamentos del grupo. Actualmente es la vicepresidenta del Grupo Pikolinos y la responsable de Auditoría Interna y Comisión Financiera.
Constancia y pasión por su trabajo y por el modelo de empresa familiar, son dos virtudes que distinguen a esta empresaria de la provincia de Alicante, que recientemente ha sido distinguida con el premio a la excelencia profesional que concede la Confederación Española de Directivos (CEDE).
