Como ejemplo de su honestidad al frente de la CAM, donde dijo que iba todos los días «aunque no siempre a la sede», precisó, puso Modesto Crespo el abono de su bolsillo de la aplicación de Spotify («es el único cargo que encontraron en mi tarjeta de la caja», dijo) que se había bajado para escuchar música clásica en los numerosos viajes que hacía a Madrid para ir al Banco de España. «¿Pero para qué iba usted si, como dice, no tenía conocimientos financieros?», le interpeló uno de los diputados. «Siempre venían el director general o la subdirectora. Lo mío era una visita de cortesía y así aprovechábamos el coche». Sin entonar un mea culpa a lo largo de toda su intervención, fue el diputado del PP quien le conminó a que lo hiciera. Y fue sólo entonces cuando pidió perdón «por lo que pude hacer y no hice».
