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Coepa

El liquidador plantea traspasar al Ayuntamiento de Alicante el centro de oficios de Coepa y su hipoteca

El edificio se construyó sobre una parcela municipal mediante una cesión de uso que ahora debe revertirse tras desaparecer la patronal alicantina

Plantean que el centro de oficios y la hipoteca de Coepa pasen al Ayuntamiento

El polémico centro de oficios que llevó a la ruina a Coepa va a seguir dando mucho que hablar en los próximos meses. Sobre todo, porque la desaparición de la patronal alicantina no supone la extinción de la hipoteca que recae sobre el edificio -entre capital pendiente e intereses, la deuda asciende a más de 3,2 millones de euros- y la gran pregunta ahora es saber quién se hará cargo de la factura.

De momento, quien tiene más números es el Ayuntamiento de Alicante, que es el propietario de la parcela y que fue quien cedió a Coepa el derecho de superficie por un periodo de 30 años para que construyera el edificio, con la condición de que se destinara a un fin educativo, según se estipuló a la firma del acuerdo. Según ha podido saber este diario, el criterio inicial del liquidador de la patronal -el letrado Luis Fernando Alonso Saura, que ya llevó el concurso de acreedores de la organización- es que, una vez desaparecida Coepa, esta cesión de uso debe revertirse, lo que significa que la titularidad del centro de oficios pasará a manos del consistorio alicantino.

Hasta aquí no habría mayor complicación ya que el propio alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ya ha expresado públicamente su deseo de asumir el inmueble para darle uso -ahora permanece cerrado- y, de hecho, el consistorio incluso ha remitido una comunicación a Coepa pidiendo la finalización del convenio con la patronal al entender que se ha incumplido.

El problema llega porque la liquidación de Coepa no extingue la hipoteca del edificio que en su día concedió el Instituto Valenciano de Finanzas, lo que supone que si el consistorio asume el inmueble, también deberá hacerse cargo del crédito. Y aquí es donde viene la dificultad real, porque desde el Ayuntamiento aseguran que no están dispuestos a pagar ni un solo euro de una deuda que consideran que no les pertenece.

Sin embargo, si el liquidador mantiene este criterio y el juzgado lo aprueba -por el momento, todavía no se ha iniciado ningún trámite al respecto-, al consistorio no le quedaría más remedio que asumir el préstamo o negociar una dación en pago o algún tipo de acuerdo con el IVF. Eso, o iniciar una batalla legal.

El IVF hará valer sus derechos

Desde el organismo autonómico declinan realizar ningún comentario mientras no haya una decisión oficial y reciban la comunicación por parte del liquidador pero en su día el director del IVF, Manuel Illueca, ya dejó claro que harían valer sus derechos sobre el inmueble, en el caso de que el Ayuntamiento de Alicante quisiera quedárselo.

La hipoteca del centro de oficios fue el principal motivo que llevó a Coepa a solicitar el concurso de acreedores en mayo de 2016. Tras la aprobación del convenio, el plan de viabilidad de la patronal contemplaba la dación en pago del edificio al IVF para cancelar la deuda, algo a lo que se comprometió públicamente el propio conseller de Hacienda, Vicent Soler. Sin embargo, la operación nunca llegó a materializarse ya que el banco de la Generalitat no logró cerrar ningún acuerdo con el Servef ni con ninguna otra institución para darle un uso formativo al edificio, como exigía el acuerdo de cesión de la parcela.

De esta forma, la hipoteca seguía en vigor cuando el pasado enero Coepa solicitó formalmente su liquidación ante el juzgado, después de que el Servef, a través de la Agencia Tributaria, embargara las cuotas de sus socios, precisamente, para recuperar las subvenciones que concedió para la construcción del edificio, que consideraba ilegales.

La situación no es nada sencilla porque, si el Ayuntamiento asume el centro, deberá pagar el crédito; pero si el IVF se lo queda como dación en pago, estará obligado a encontrar a alguien que pueda destinarlo a uso educativo para no incumplir el convenio de cesión. Lo más lógico sería que ambas administraciones lograran algún tipo de acuerdo pero lo cierto es que, hasta la fecha, tampoco han sido capaces de hacerlo.

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