Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Ocho nombres para la Cámara

El cambio generacional, la desaparición de Coepa, el pulso con Valencia y hasta cuestiones de honor complican la renovación de la entidad empresarial

Juan Bautista Riera Rafa Arjonas

La elección de los 60 miembros del pleno de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Alicante, única organización que puede arrogarse ya la representación de todo el empresariado de la provincia tras la liquidación de Coepa, pasa por un largo y proceloso proceso que tutela la Generalitat. Doce de esos puestos se logran a base de talonario: «patronos» exentos del proceso electoral porque contribuyen a sostener económicamente la institución. Otros ocho asientos los designa la patronal autonómica CEV. Los 40 restantes, repartidos por actividad económica y cuyo número de candidatos varía según el peso de cada grupo en el PIB provincial, se deciden por votación. El pleno elige al presidente y éste propone a los 9 miembros del comité ejecutivo. Y ahí está el meollo. Ocho nombres propios tienen la llave que abre indistintamente las puerta del consenso y de la discordia.

1. Juan Bautista Riera. Presidente y candidato

Su gran mérito: sus 30 años en puestos de relevancia en la Cámara de Comercio sin apenas granjearse enemigos y la ausencia de oponentes auguraban un camino tranquilo para su continuidad en la Presidencia, a la que accedió de forma interina tras dimitir Enrique Garrigós. En contra de todo ello, su duro discurso en la última Noche de la Economía, donde anunció que cumplidos ya los 70 quería seguir de presidente, encorajinó a partes iguales a otros posibles aspirantes, a la nueva patronal autonómica, al presidente Puig y a su conseller Rafael Climent, que tienen la última palabra en la Cámara. Esa noche no hizo un solo amigo. Su falta de experiencia en la contienda electoral no le alertó de que debía buscarse apoyos y colarlos como aspirantes al pleno. Ahora sabe que se equivocó.

2. Cristóbal Navarro. Presidente de Cepyme

Tan capaz de presentar pruebas sobre el desmadre que se vivía en Coepa (que le ha costado la extinción) como hábil para hacerse enemigos, Navarro ha amarrado su puesto en el pleno como patrono y situado empresas propias y amigas en varios grupos electorales que le permiten negociar con otros sectores bien representados. No genera confianza en casi nadie de los que se mencionan en este artículo, y la posibilidad de meterse en el comité ejecutivo ha movilizado a todos. La CEV no le quiere, y el Consell tampoco. Las elecciones han acabado en un «todos contra Cristóbal».

3. Guillermo Moreno. Presidente de Fempa

La Federación del Metal, fundadora de Coepa, poderosa en representación y bien engrasada, ha luchado en varias guerras. En base a su peso y a que ha poblado los grupos de candidatos, el comité ejecutivo es imposible sin su concurso. No quiere tratos con el presidente de Cepyme (entidad que abandonó). Tampoco tiene nada contra Riera, pero su apoyo tiene un precio. Nada de vicepresidencias ya decididas ni de decisiones que Fempa no conozca de antemano. Guillermo Moreno fue el primer dirigente de una gran patronal de Alicante que se asoció a la CEV, que le presentará por asignación directa.

4. Antonio Sáez. Presidente de Facpyme

Como Fempa, la federación del comercio, también viene de mil batallas. Su grupo electoral lo domina de calle y ha avalado a otras empresas para que concurran por actividades ajenas a la suya.

5. Antonio Arias. Grupo Vectalia

En su condición de gran empresario de la provincia y de la diversificación de su actividad como holding (transportes, restauración, limpieza), este miembro de AVE, el club de los grandes hombres y mujeres de negocios de la Comunidad, se asegura en cada elección no perder influencia. Como patrono ya tiene puesto en la Cámara, y en estos procesos sabe de la necesidad del cambio de cromos. Se ha ganado el respeto de todo el empresariado y evita el conflicto. Alérgico a cargos que le pongan en primera línea, ha ejercido una notable influencia en los dos últimos presidentes.

6. Salvador Navarro. Presidente de la CEV

La patronal de la provincia de Valencia amplió su ámbito a toda la autonomía con la desaparición de Cierval y una Coepa ya desangrada se retorció en la UCI con el conocido argumento de «Valencia desprecia a Alicante». Los ocho miembros a que tiene derecho la patronal ya no los decide Coepa, sino Salvador Navarro, que suma aliados en la provincia (el metal, los hoteleros, el calzado) y en el Consell. Su candidato en la Cámara (el polémico discurso de Riera aún está por cicatrizar) no era Riera, sino el alicantino Perfecto Palacio, que no dio el paso. Dispuesto a no poner trabas al actual mandatario, la CEV tiene una sola condición innegociable: quiere a Cristóbal Navarro lejos del comité.

7. Carlos Baño. Grupo Tescoma

Tras más de 20 años en la Cámara y después de convencer a una multinacional para su adscripción como patrono, colaboradores de Juan Riera le sugieren, una vez conseguidos los 12 puestos que entran previo pago, que se eche a un lado. Baño lo considera un desprecio. Si alguien puede armar ruido es un «cacharrero», como él mismo se define en broma (su empresa vende utensilios de cocina). En dos semanas y a base de reuniones logra que se presenten a las elecciones más empresas de las que nadie ha sido capaz de aglutinar. Como buen cacharrero tiene la sartén por el mango y ya hay quien lo sitúa en la vicepresidencia primera de la organización.

8. Rafael Climent. Conseller de Economía

Un aviso: en las primeras elecciones en 20 años de una entidad empresarial con un Gobierno de izquierdas, Cepyme recurrió la potestad de la CEV para nombrar representantes en la Cámara. El Consell tardó unos días en tumbarlo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats