Entrar y salir de forma constante de las listas del desempleo es la situación a la que se ven abocados muchos alicantinos debido a que registran una alta rotación en la contratación, sumando trabajos de muy corta duración, un tipo de empleo por horas que los sindicatos vienen denominando como «volátil».
Estas circunstancias que surgieron en el mercado laboral de la provincia en los momentos más duros de la crisis se mantienen, ahora, con la recuperación económica, y están invirtiendo la tendencia que venía experimentando el paro, que registraban un aumento continuo de las cifras de desempleados de larga duración -aquellos que llevan más de dos años sin encontrar un trabajo-. Sin embargo, en el último trimestre del pasado año los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) ofrecieron una fotografía fija bien distinta.
No sólo los 71.900 alicantinos que llevan menos de un año sin trabajar conformaban el colectivo mayoritario (44,2%) entre los 162.500 desocupados que tenía la provincia al cierre de 2017, sino que, además, era el que experimentaba el mayor aumento en términos absolutos, con 14.400 nuevos parados en relación al trimestre anterior.
Igualmente, la abultada cifra que sumaba este colectivo le acercaba a la de 77.000 que se encontraban en esta misma situación a finales de 2013, uno de los años más duros de la etapa recesiva. Aunque, el número más elevado de desempleados con menos de un año en el paro se registró en el cuarto trimestre de 2009, otro de los ejercicios en que la crisis causó más impacto en el mercado laboral. La Encuesta de Población Activa también refleja una destacada subida entre los trabajadores que llevan buscando un empleo entre uno y dos años. De hecho, este colectivo es el que más crece en términos relativos en relación al tercer trimestre, con un avance del 34,9%, al alcanzar la cifra de 22.300.
«Mala calidad del empleo»
Los sindicatos insisten en que el incremento de estos dos grupos de parados con menos tiempo acumulado en la búsqueda de empleo es consecuencia de las «nuevas condiciones de precariedad en el trabajo que ha traído la crisis», según denuncia José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. «El aumento de estos colectivos se relacionaría con la mala calidad del empleo que está apareciendo. Un trabajo "volátil", de corta duración que está provocando situaciones de rotación de contratos y que mantiene a un grupo de personas entrando y saliendo del empleo casi constantemente», detalla Ruiz Olmos.
El dirigente sindical también recuerda que el final de 2017 se mostró como un periodo de «parón productivo y descenso de la actividad económica». En el cuarto trimestre del pasado año el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,7% respecto al trimestre anterior, lo que representó una décima menos que la del tercer trimestre de 2017, cuando el avance de la economía fue del 0,8%.
También desde las filas de UGT en l'Alacantí-La Marina se apunta a la «precariedad que se ha instalado en el mercado laboral provincial como la causa principal de que aumente el número de desempleados con "menos de un año" en el paro. «Los contratos por horas, incluso de dos horas a la semana, que muchas personas van acumulando con el tiempo, incide en que estos trabajadores, en realidad, no pierdan la condición de desempleados, ya que continuamente están entrando y saliendo de las listas del paro», subrayaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.
Seis años de reforma laboral
Y considera que en los actuales momentos de recuperación económica, «no hay excusa para que se siga manteniendo esta situación. Pese a los mensajes triunfalistas de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, lo que se está produciendo en el mercado laboral nacional -y también en el alicantino- es un reparto de la precariedad; no es creación de empleo», subraya. «Y, al final, las consecuencias son más pobreza y situaciones de inestabilidad», añade.
Yaissel Sánchez recuerda que «estamos a punto de cumplir seis años desde la aprobación de la reforma laboral -el 10 de febrero de 2012- con la que el Gobierno del PP dijo que quería combatir la amplia diferencia entre el empleo temporal y el fijo. Y a día de hoy, este último representa alrededor del 90% del total, por lo que no ha servido para nada», señala. Tanto UGT como CC O0 vienen reivindicado la supresión de esta reforma laboral, «que lo único que ha provocado es reducir la calidad del empleo», añadía Ruiz Olmos, desde CC OO.
Dos años o más sin empleo
Por otra parte, los datos de la EPA del último trimestre de 2017 arrojan una evolución menos negativa del paro de larga duración, en relación a los otros grupos. Los 57.800 alicantinos sin trabajo desde hace más de dos años representaban 4.100 más que en el tercer trimestre. Y fue a finales de 2010 cuando en la provincia este colectivo registraba una cifra similar, con 57.700 parados en la misma situación. No obstante, conforme se fueron recrudeciendo los efectos de la crisis, el número fue aumentando. De hecho, en el cuarto trimestre de 2013 se registró el mayor pico, con 121.900 trabajadores de la provincia que acumulaban más de dos años en situación de desempleo.
El cambio experimentado a finales de 2017 lo atribuye UGT a distintos planes de empleo dirigidos a este grupo de parados, «como los impulsados por la Generalitat, y ejecutados por los ayuntamientos, por los que se potenciaba la contratación de desempleados de larga duración para distintos trabajos a realizar en los municipios», según explicaba Yaissel Sánchez. Con estos planes apoyados económicamente por el Consell «se intenta recuperar para el mercado laboral a estos trabajadores, aunque los programas están acotados a un tiempo limitado de duración, por lo que no se rompe la situación de desempleo que arrastran desde hace tiempo, aunque sí la alivian», añade la dirigente de UGT.
Por otra parte, las estadísticas de la EPA que relacionan a los parados con el tiempo que llevan buscando un empleo, también incluyen a aquellos que ya lo han encontrado. En el cuarto trimestre de 2017, las personas que contestaron en la Encuesta que habían accedido a un contrato superaban las 10.500, un 44,8% menos que en el trimestre anterior.
