Alicante comenzó el año igual que terminó 2017, registrando un aumento del paro, a pesar de la dinamización de la contratación. Al cierre de enero, en la provincia eran 160.696 las personas que estaban en situación de desempleo, una cifra que representa 2.312 más que en diciembre. Y de forma significativa destaca el hecho de que el 87% (cuatro de cada cinco) de estos nuevos parados eran mujeres: 2.011, frente a 301 hombres. A pesar del incremento, en la comparativa interanual, la provincia rebaja en más de 10.300 el total de personas sin trabajo

El grueso del aumento en el primer mes del año se concentró en el sector servicios, que sumó 3.123 desocupados, seguido de la actividad agrícola, que añadió a su bolsa de parados 176 personas. Si no hubiera sido por el buen comportamientode la industria y la construcción, el incremento del desempleo habría sido superior. La reactivación, tras las vacaciones de Navidad, en las manufacturas y en las obras permitió un recorte del paro en 473 personas en la industria y en 327 en la construcción. También el colectivo sin empleo anterior redujo su bolsa de paro en 187 personas.

Precisamente, la evolución negativa en los servicios es la que más influyó a que el aumento del desempleo «castigara» más a las mujeres, ya que los negocios del turismo, la hostelería o el comercio -que se enmarcan dentro de los servicios y que suelen dinamizar el empleo en diciembre por la campaña de Navidad- son los que cuentan con más mano de obra femenina, según subrayan los sindicatos. Y de forma paralela, esta actividad prevalente en la provincia es la que concentra «mayor temporalidad en el trabajo» debido a la estacionalidad, denuncian CC OO y UGT. Tradicionalmente, la campaña de rebajas suele impulsar el empleo en enero. Sin embargo, en esta ocasión el aumento de las contrataciones, en general, no ha podido reducir los niveles de paro. En el primer mes del año, los empresarios alicantinos realizaron un total de 49.314 contrataciones, que representan 7.297 más que en diciembre y 3.483 más que hace un año.

No obstante, este avance en los contratos no tuvo su reflejo en las afiliaciones a la Seguridad Social. De hecho, el número de inscritos al sistema se redujo en un número similar el pasado mes en Alicante (6.983), situando el total de cotizantes en 619.258, que representan 24.645 más que en enero del pasado año. Para los sindicatos, la evolución desigual entre los indicadores del paro, la afiliación a la Seguridad Social y la contratación, «es una señal clara de que el empleo que se crea es de muy baja calidad y de corta duración. Son más contratos para menos personas en alta laboral, lo que evidencia que el trabajo es precario, ocasional y sobre el que no cabe cimentar un desarrollo sostenible de la productividad», incide José María Ruiz Olmos, secretario de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. El dirigente sindical también subraya que el dato de enero «supone el peor arranque de año desde 2014».

Una recuperación «desigual»

También desde UGT advierten de que la pérdida de cotizantes al sistema «nos confirma que una de las consecuencias de la temporalidad y la precariedad es la destrucción de empleo en la provincia», señala Yolanda Díaz, responsable de Empleo del sindicato en l'Alacantí-La Marina, para quien los datos demuestran que «la recuperación económica es desigual y provoca desigualdad, además de acrecentar las brechas salariales y de género».

Por otra parte, el número de beneficiarios de una ayuda por desempleo en Alicante superó los 77.000 en diciembre pasado, último mes computado para este tipo de prestaciones. Esta cifra significa que sólo un 48,6% de los desempleados registrados en diciembre tenía cobertura, mientras que 81.331, es decir, el 51,3%, carecía de protección social.