? El aumento del paro y el descenso del empleo tienen su repercusión más inmediata en los hogares, que ven deteriorada su situación socio-económica. La provincia cerró el año con 40.300 familias sin perceptores de ingresos, cifra que supone 3.600 más que tres meses antes. Y de forma paralela, las viviendas en las que todos sus miembros activos se encuentran sin trabajo se elevan a 59.700, frente a los 47.200 del tercer trimestre, según los datos del Instituto Valenciano de Estadística (IVE).