Una de cal y otra de arena es lo que arroja el balance del empleo en 2017 en la provincia, al aumentar el paro y bajar la ocupación en el último trimestre del año y mejorar ambos registros en el cómputo del ejercicio. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que el empleo sufrió una fuerte desaceleración en el cuarto trimestre del año, a pesar de que en este periodo es cuando las empresas relacionadas con el sector comercial o de la restauración impulsan las contrataciones por la campaña de Navidad.

Pero los datos vendrían a indicar que los tradicionales refuerzos de plantillas que se realizan en las fechas navideñas han sido menos intensos que otros años, e insuficientes, ya que no han podido impedir que el desempleo aumentara. La provincia cerró 2017 con 162.500 parados, cifra que representa 15.700 más que en el tercer trimestre del año, lo que sitúa la tasa de paro en el 17,96%. Un nivel que supera en más de punto y medio el registro del trimestre anterior y que se sitúa por encima de la media estatal (16,55%) y de la autonómica (16,76%).

Y, paralelamente, la ocupación, que alcanzó un total de 742.400 alicantinos con trabajo, registró un descenso en 15.800 personas. Esta significativa disminución obedece al mal comportamiento de casi todos los sectores de actividad, a excepción de la agricultura. El campo alicantino cerró el año con 22.300 ocupados, que suponen 3.800 más que en el trimestre anterior.

Sin embargo, los motores de la economía provincial, como son los servicios, la industria y la construcción, tras su etapa de reactivación, arrojan cifras negativas. El sector industrial pierde en el último trimestre del año 9.900 ocupados, el inmobiliario, 7.000 y el de servicios, 2.800.

Cierto es que en el cómputo anual los sectores ofrecen balances positivos, salvo la agricultura. Así, las 742.400 personas con trabajo que había a final del pasado año representan 16.200 más que en el primer trimestre, al igual que los 162.500 desempleados suponen 16.500 menos.

Para los sindicatos, la desaceleración del empleo en el cuarto trimestre de 2017 indica el «mal empleo» que se crea tanto en las campañas de Navidad, «pero también en la estival, ya que el cuarto trimestre del año aún recoge contrataciones de verano en los negocios del sector servicios», señala José María Ruiz Olmos, secretario de empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. El dirigente sindical considera, además, que la pérdida de ocupación se produce en un momento de «cifras récord de ocupación de plazas hoteleras y de un aumento de la rentabilidad». Por ello, cree que los datos también apuntan a «un agotamiento de esta actividad como motor de empleo en la provincia, y al final de un modelo económico, marcado por la estacionalidad, por lo que es necesario crear instrumentos para generar trabajo en otras actividades y, además de calidad». Entre otras cosas, «porque la precariedad laboral se ha instalado en el mercado laboral de la provincia y es necesario apostar por sectores, como la industria, que genera empleos más estables», incidía Yolanda Díaz, responsable de Empleo de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Más incapacidades permanentes

Por otra parte, entre la población inactiva se aprecia un incremento en relación al tercer trimestre, impulsado, sobre todo, por el aumento de las situaciones de incapacidades permanentes (+10.000) o del colectivo de estudiantes (+7.600), según subraya CC OO.