El Grupo Marjal ha decidido poner orden en el entramado de sociedades que lo componen para clarificar su estructura y facilitar los planes de expansión de la compañía, cuya actividad principal es la promoción inmobiliaria y la explotación de «resorts» turísticos, como los dos cámpings que gestionan en Guardamar y Crevillente. Para ello las familias Fur y Gomez, propietarias al 50% del negocio, han apostado por agrupar en un único holding todas sus participaciones de forma que la gestión sea más agil, según confirmó a este diario el presidente del grupo, Javier Fur.
Eso sí, en lugar de constituir una nueva sociedad, los accionistas han optado por reactivar una pequeña firma patrimonial que ya tenían, Siryque S. L., a la que ya han traspasado los títulos del resto de compañías del grupo mediante una operación de ampliación de capital, que han valorado en 16,6 millones de euros, según recogía ayer el Boletín Oficial del Registro Mercantil.
Al mismo tiempo, se ha creado un consejo de administración para la nueva sociedad de cabecera que, hasta ahora, al carecer de actividad, funcionaba con la fórmula de los administradores mancomunados. El nuevo órgando de gobierno del holding está formado por dos miembros de cada una de las familias fundadoras y el presidente es Javier Fur, mientras que Sergio Gómez ocupa la secretaría. Además, ambos son consejeros delegados mancomundados y apoderados solidarios.
Las dos principales firmas del grupo son Bernadagolf S.L. y Servicios Turísticos Marjal S.L.U. La primera de ellas es la promotora, que en los últimos años se ha especializado en la construcción y venta de villas y apartamentos de lujo con notable éxito gracias, sobre todo, al tirón de la demanda extranjera en la Vega Baja. En su caso concreto, la firma tiene en los belgas a uno de sus principales clientes. Según las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil, en 2016 facturó 26,9 millones de euros, 2,3 millones más que el ejercicio anterior.
Por su parte, Servicios Turísticos Marjal es la responsable de la construcción y gestión de los dos cámpings que la compañía tiene en Guardamar y Crevillent y que se han convertido en un referente dentro del sector. En 2016 ingresó 8,7 millones de euros frente a los 7,9 del ejercicio anterior. En torno a estas dos grandes patas hay toda una serie de sociedades menores y otras de gestión o, incluso, una participación en una firma de acuicultura.
Según Javier Fur, la transformación de Siryque en el nuevo holding del grupo supone «la culminación» del proceso de reorganización que ha acometido la compañía con el objetivo de facilitar los planes de expansión que quieren poner en marcha en sus dos negocios principales -la promoción y el sector turístico-, que empezarán a materializarse «en breve», según sus propias palabras. «Al desarrollarnos habíamos ido creando una estructura de sociedades que no era la más adecuada para el momento en que nos encontramos, por lo que decidimos reformarla», señaló el ejecutivo.
Relevo generacional
El cambio en la estructura de Marjal se produce casi dos años después de que Javier Fur asumiera la máxima responsabilidad del grupo tras la jubilación de Francisco Gómez quien, no obstante, continúa como presidente del consejo de familia de la misma. Se cumplía así el acuerdo que mantienen las dos familias propietarias y que supone que sus miembros van turnándose en esta responsabilidad. Dentro de este mismo proceso, el grupo también ha profesionalizado la gestión de sus negocios con la incoporación de directivos ajenos a las familias fundadoras, tal y como marcan los protocolos de buenas prácticas en este tipo de empresas.
