«Pensiones raquíticas» e incrementos mínimos es el cóctel perfecto para que en los últimos años los jubilados hayan visto «cómo cada vez se han ido empobreciendo más las pensiones», según denunciaban ayer José María Rubio y Julián Pérez, responsables del área de pensionistas de CC OO y UGT en las comarcas de l’Alacantí y Las Marinas. Para advertir sobre la progresiva pérdida de poder adquisitivo que vienen sufriendo los jubilados alicantinos, y para exigir unas «pensiones dignas» y el mantenimiento del sistema público, ambos sindicatos convocaron ayer en Alicante una concentración ante la Subdelegación del Gobierno, a la que acudió más de un centenar de personas.

Al cierre del pasado año, los pensionistas alicantinos cobraban de media 870,64 euros al mes. Sin embargo, esta cuantía, que ni tan siquiera llega a los mil euros, resulta, incluso, inalcanzable para muchos de los perceptores de la provincia.

Un informe de UGT refleja que, con los datos del pasado mes de diciembre, 181.460 pensiones -es decir, el 57,96% de un total de 313.021 que se perciben en la provincia- se encuentran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Y el SMI, indicador de referencia en el ámbito laboral, se situó en 2017 en los 707,60 euros mensuales. Además, en el caso de las prestaciones de jubilación -que suelen ser más elevadas al estar vinculadas a los periodos de cotización-, 93.524 jubilados alicantinos, es decir, el 47,41% de un total de 197.265 tampoco llegan al salario mínimo, refleja el mismo informe.

Unos datos que evidencian las bajas cuantías que perciben los pensionistas de la provincia para poder salir adelante y que les han colocado en los niveles de «empobrecimiento» que denuncian, dado que en los últimos años el coste de la vida se ha ido encareciendo, mientras que las prestaciones sólo han subido un 0,25%, tras la reforma aprobada por el Gobierno en 2013. Una modificación que establecía este indice de revalorización fijo, en vez de actualizar las pensiones en relación a la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), como tradicionalmente se revisaban.

Pérdida económica

Los jubilados provinciales arremetían ayer duramente contra el Gobierno del PP por el impacto que ha supuesto esta medida en sus economías. Un efecto que tiene su traducción en cifras. Según destacaba, Jose María Rubio (CC OO) «la subida del 0,25% de las pensiones aprobada por el Ejecutivo sólo ha supuesto un aumento de dos euros al mes, como máximo, lejos de los 8,80 euros mensuales que supondría la actualización si se vinculara al IPC, que en diciembre pasado acabó en el 1,1%». Estas previsiones -realizadas en base a la pensión media de la provincia en noviembre, que se situaba en 802,00 €/mes- indican, así, que desde el pasado 1 de enero, con la revalorización sólo del 0,25%, los jubilados provinciales «hemos perdido 6,80 €/mes. Y que a lo largo del año va a suponer 95,90 (catorce pagas) menos. Una merma en la capacidad de compra que se suma a la registrada ya en 2016. En conjunto, la pérdida económica en los últimos dos años ha sido de más de 17 euros al mes», subrayaba Rubio.

Y las cifras se elevan, si el balance se realiza tomando como base la pensión media de diciembre, que en Alicante se situaba en 874,64 euros al mes. UGT ha tomado esta cuantía como referencia y su estudio concluye que, con una actualización ligada al IPC (1,1%), los pensionistas de la provincia deberían de percibir 9,58 euros más al mes, en vez de los hasta 2 euros de media que cobran este año con la revisión del 0,25%. Así, según las estimaciones realizadas por UGT, la pérdida económica a lo largo del año superaría los cien euros.

José María Rubio (CC OO) insiste en que esta situación sólo hace que «empobrecer a los pensionistas», por lo que urge a que los políticos «se sienten en el Pacto de Toledo. Y todas esas medidas que anuncian en tertulias y entrevistas televisivas y radiofónicas las plasmen en un acuerdo que permita seguir garantizando el sistema de pensiones del que nos hemos dotado históricamente, que es el sistema de reparto y no el de capitalización, como pretenden». Y su homólogo en UGT, Julián Pérez, subrayaba que la concentración de ayer era «para denunciar la miseria que ha supuesto la subida de la prestación. Pero también tenemos que movilizarnos para reclamar y exigir mejoras de cara al futuro, porque hoy la gente joven está entrando al mercado laboral con más de 30 años, con contratos de corta duración y bajos salarios».

«Tenemos que movilizarnos más»

Una situación que redundará en el empobrecimiento de los futuros pensionistas», añadía. Pérez, asimismo, llamaba a los jubilados a «salir más a la calle a denunciar la actual situación, porque si no nos movilizamos, poco conseguiremos». Por otra parte, los dirigentes sindicales también hacían ayer hincapié durante la concentración en el hecho de que el colectivo de pensionistas «han soportado los estragos de la crisis», subrayaba Yaissel Sánchez, secretaria general de UGT en l’Alacantí-La Marina, para quien, además, es «imprescindible revalorizar de manera real las prestaciones y fomentar la viabilidad del sistema de la Seguridad Social». A su juicio, actualizar las pensiones en relación al IPC, «supondría contribuir a la reactivación del consumo y a la recuperación real de la economía, ya que no sólo se beneficiaría a los pensionistas, sino también a las familias, en general, y al país». También desde CC OO, José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo en la comarca, advertía de que durante los «duros años de la crisis, un buen número de familias han logrado sobrevivir en tiempos de recortes sociales gracias a las pensiones de sus mayores».