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Reportaje

Malas noticias para los pensionistas

La reforma del sistema endurece las condiciones para el retiro con la llegada de 2018

Malas noticias para los pensionistas jose navarro

El nuevo año trae consigo otra vuelta de tuerca en el ajuste del sistema de pensiones, un proceso que puso en marcha el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y en el que ha profundizado el gabinete de Mariano Rajoy. Desde el pasado día 1, las condiciones para jubilarse son aún más duras. De entrada porque la edad ordinaria para retirarse de la vida laboral es 65 años y seis meses, es decir, un mes más que hasta ahora. Y no solo aumenta la edad ordinaria, sino también la extraordinaria, porque para poder jubilarse a los 65 será necesario tener acumulados 36 años y seis meses de cotizaciones a la Seguridad Social, esto es, tres meses más. Y aún hay un tercer ajuste. Tanto si la persona se retira a los 65 años y medio como si lo hace a los 65, en el caso de que pueda hacerlo, la Seguridad Social computará para el cálculo de la pensión los últimos 21 años cotizados, un año más que hasta la llegada de 2018. Tres cambios que, en resumen, implican trabajar más y cobrar menos una vez acabada la vida laboral.

El ajuste que tendrán que soportar los nuevos jubilados de la Comunidad se produce, además, en un contexto en el que el procés catalán, que ha monopolizado el debate político, viene sirviendo de coartada a los partidos para justificar su incapacidad para cerrar en el Pacto de Toledo un nuevo marco normativo que garantice la viabilidad del sistema. Un sistema golpeado por el déficit galopante que arrastra la Seguridad Social, un saldo negativo de 18.000 millones de euros en 2016 que en 2017 habrá estado en cifras similares. Además, ya es mayor el gasto en pensiones que los ingresos por cotizaciones sociales, un profundo cambio al que se suma que la llamada hucha de las pensiones apenas tiene fondos para una paga más.

01¿Hasta cuándo trabajar?

La edad de jubilación es ya oficialmente de 65 años y seis meses, pero en 2027 será de 67 años. Para entonces, seguirá siendo posible dejar el trabajo sin penalizaciones a los 65 años, claro que para ello antes habrá que acumular en cotizaciones a la Seguridad Social la friolera de 38 años y medio, una meta elevada si se tiene en cuenta que las carreras formativas han crecido sensiblemente. No serán mayoría quienes puedan permitírselo.

Con todo, hay que tener en cuenta que países del entorno, como Dinamarca u Holanda, por ejemplo, ya han puesto sobre la mesa la necesidad de que la edad de jubilación sea 70 años. Un debate que, no obstante, choca frontalmente con la realidad, porque más allá de lo que dicte la normativa, lo cierto es que la edad real a la que se retira la generalidad de los trabajadores españoles no llega ni a los 62 años, según puso de manifiesto un estudio del Foro de Expertos del Instituto de Pensiones de BBVA.¿Por qué? Porque los constantes recortes que se han sucedido desde el estallido de la crisis allá en octubre de 2007 llevaron a muchos trabajadores a abandonar antes de tiempo el mercado laboral, en no pocos casos incluso por miedo a que las cosas fueran a peor. Otro factor es que las posibilidades de jubilarse anticipadamente, por más que haya luego penalizaciones, implican que la media de la edad de retiro se reduzca. En todo caso, la paradoja es evidente, porque la esencia de la reforma era que hubiera una población activa lo suficientemente numerosa como para financiar las pensiones y que la factura de estas se redujera y, sin embargo, los ingresos siguen menguando entre otras cosas por tantas prejubilaciones.

02¿Es posible retirarse antes?

?Sí, pero con asteriscos. Con los dos grandes cambios, el del aumento de la edad ordinaria para retirarse y el de los años que se tendrán en cuenta para el cálculo de la paga, también cambian las condiciones, y también a peor para el trabajador, para retirarse antes. En 2018, la edad para la jubilación voluntaria es 63 años y seis meses, siempre, eso sí, que se haya cotizado un mínimo de 35 años. Además, por cada trimestre que se adelante la jubilación respecto de la edad oficial, la penalización oscilará entre el 2% de la base reguladora si se han cotizado menos de 38 años y seis meses y el 1,625% si se ha contribuido a la Seguridad Social más de 44,5 años. En el caso de la jubilación forzosa, la que se produce tras un despido, la edad legal es 61,5 años, cuatro años menos que la edad ordinaria. Pero para ello hará falta un mínimo de 33 años de cotización, un mínimo que podrá obviarse aceptando penalizaciones.

03¿Y el poder adquisitivo?

No se recupera. Las pensiones suben un exiguo 0,25%, que es el mismo incremento, el mínimo posible, que han experimentado en los cuatro años anteriores. Una subida, 0,25 céntimos de euro por cada cien euros de paga, absolutamente irrisorio si se tiene en cuenta que los precios habían crecido en la Comunidad Valenciana hasta noviembre, en tasa interanual, un 1,7%. Y, con todo, lo peor está por llegar. Muchos expertos vienen avisando de que cada vuelta de tuerca anual, es decir, cada incremento del tiempo de cotización exigido y de los períodos de cómputo de la pensión, desembocarán en el futuro, a mediados de siglo, en una rebaja de alrededor de un 40% en la pensión de jubilación. Tan es así, que ya hoy mismo no es una exageración vaticinar que la pensión media de un año sea más baja que la del año precedente, algo que, de hecho, está a punto de ocurrir.

Un caso emblamático es el de Canarias. Si en 2008 la pensión media de jubilación en el régimen general se revalorizaba un 6,83%, este año -con datos hasta noviembre- la revalorización se queda en un 1,39%. En definitiva, la paga media está ya estancada.

04¿Es sotenible el sistema?

Los expertos consideran que difícilmente puede sostenerse la actual situación, de ahí que el acuerdo en el Pacto de Toledo sea cada vez más perentorio. No en vano, el paro sigue superando en la Comunidad Valenciana el 18%, mucho más en el caso de los jóvenes, y, además, la hipertemporalidad laboral, esto es, los contratos de semanas e incluso días, es una práctica habitual. Aunque el Gobierno central viene insistiendo en que con 20 millones de cotizantes parte de los retos se habrán resuelto -en la actualidad hay algo menos de 18,5 millones-, lo cierto es que la pregunta que permanece en el aire es si es sostenible un sistema en el que los jóvenes que consiguen entrar en el mercado laboral lo hacen con menos de mil euros mensuales para, con tan exiguo sueldo, pagar a quienes se han jubilado con pensiones en muchos casos muy superiores.05¿Habrá más cambios?

Sí. 2018 será el último año en que no se considere el llamado factor de sostenibilidad, que entrará en vigor en 2019. ¿Qué es el factor de sostenibilidad? La esperanza de vida tiende a aumentar, de hecho sensiblemente, de modo que los nuevos jubilados vivirán más tiempo e incluso mucho más tiempo como jubilados que los actuales. Esto implica que los derechos que han adquirido como cotizantes tendrán que repartirse durante más años, con lo que su paga mensual será indefectiblemente menor. El factor de sostenibilidad se revisará cada cinco años en función de la evolución de la esperanza de vida, y los primeros cálculos hablan de que la reducción mensual que sufrirá el nuevo pensionista será de alrededor de un 0,47% de la paga, con lo que quien debiera cobrar mil euros pasaría a cobrar 995,3 €. Lo más relevante a tener en cuenta es que lo normal es que el factor crezca cada cinco años hasta suponer en 2050 una merma en la paga mensual de un 15%.

06¿Se han puesto soluciones?

Acaso la única solución práctica que de momento ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo central es la de potenciar los planes de pensiones privados. ¿Cómo? Abaratando las comisiones que se cobran a los más jóvenes por la gestión de estos fondos. No obstante, la fórmula de los planes privados de pensiones no termina de cuajar en España, en general, pero, en cualquier caso, no son pocos los expertos que indican que el camino para garantizarse una jubilación tranquila pasa por inexorablemente por la contratación de estos productos. Más allá, lo cierto es que quien se jubile dentro de diez, veinte o treinta años cobrará menos cada mes que quien en sus mismas circunstancias se jubiló el año pasado. Así que el panorama, ciertamente, no es nada alentador.

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