La brecha entre las pensiones que reciben los alicantinos y las que cobran en el resto de España sigue sin cerrarse. Según los datos que acaba de hacer públicos la Seguridad Social, la prestación media en la provincia ascendió a 802,7 euros durante el pasado mes de diciembre frente a los 926,8 euros de la media nacional, lo que supone una diferencia de 124 euros mensuales, o, lo que es lo mismo, del 13,3%.

Unas cifras que tienen mucho que ver con el elevado nivel de economía sumergida de la zona, como no dejan de insistir los sindicatos, que lleva a que muchos trabajadores alcancen la edad del retiro habiendo cotizado cantidades muy bajas o por periodos de tiempo muy cortos. También con los bajos salarios que se pagan en la provincia que, lógicamente, también dan pie a que las prestaciones sean más bajas al final de la vida laboral.

Unas diferencias que, además, parece que no se corrige con el paso del tiempo ya que en el último año la pensión media en España ha crecido una décima más -el 1,8%- que la alicantina, que sumó un 1,7%, según la Seguridad Social.

Lo que no deja de aumentar tampoco es la cifra de residentes de la provincia que reciben una pensión contributiva. Así, el pasado mes de diciembre ya eran 313.021, casi 4.000 más que el año pasado. Los más numerosos son los jubilados, que suman ya 197.265 y que reciben una media de 912 euros mensuales.

Otros 79.366 residentes reciben pensiones de viudedad, cuya cuantía media apenas llega a los 597 euros, una cantidad que se quedaría, por ejemplo, por debajo del salario mínimo interprofesional. Por su parte, hasta 23.134 alicantinos reciben pensiones de incapacidad permanente, por un importe de 831 euros mensuales; otros 12.157 cobran prestaciones por orfandad (336 euros de media) y 1.099 reciben pensiones a favor de familiares, con una cuantía media de 520 euros.

Factura récord

En cuanto a las cifras nacionales, durante el pasado mes de diciembre la Seguridad Social destinó la cifra récord de 8.881 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, casi un 3% más que en el mismo mes de 2016.

El gasto global del conjunto de pensiones llegó a superar el 8% interanual en la antesala de la crisis (2008). Tras 17 meses subiendo a tasas interanuales superiores o iguales al 3%, en octubre de este año se bajó hasta el 2,97% para volver a superar el 3% en noviembre. Ahora, en diciembre, la tasa de crecimiento se ha moderado ligeramente, hasta el 2,99%.

La mayor parte de los más de 8.881 millones de euros destinados a pagar la nómina de las pensiones fue a parar a las pensiones de jubilación, con 6.301,9 millones de euros (+3,6%), seguidas de las pensiones de viudedad, a las que se dedicaron 1.535,6 millones de euros (+1,3%).

Por su parte, a las pensiones de incapacidad permanente se destinaron 892 millones de euros (+1,3%), las de orfandad supusieron 129,19 millones de euros (+1,1%) y las pensiones en favor de familiares totalizaron 22,2 millones de euros (+4,3%).

El perfil

La edad media del pensionista contributivo es de 72 años (73 en las mujeres y 70 en los varones). La mayor parte de las pensiones contributivas que paga la Seguridad Social se concentran en los tramos de mayor edad, dado que el grueso de las pensiones son de jubilación. Así, se contabilizan más de 1,7 millones de pensiones contributivas en el tramo de 65 a 69 años; más de 1,6 millones en el de 70 a 74 años; más de 1,5 millones en el de 85 y más años; más de 1,3 millones en el de 80 a 84 años, y casi 1,3 millones en el de 75 a 79 años.

Por sexos, el 51,4% de las pensiones contributivas del sistema (4.931.713) las reciben mujeres, frente a 4.659.961 pensiones percibidas por varones (48,6%). La pensión media de jubilación percibida por mujeres alcanzó en diciembre la cuantía de 791 euros, en contraste con los 1.240,4 euros mensuales que reciben de media los varones. La brecha entre ambos sexos, en valores absolutos, es de casi 450 euros.