Los repartidores valencianos de comida a domicilio en bici de Deliveroo han ganado la primera batalla que se libra en España desde el punto de vista de las condiciones laborales de los trabajadores de la economía colaborativa. La Inspección de Trabajo de València acaba de publicar un informe en el que concluye que estos empleados no son autónomos, tal como impone la empresa en la relación contractual, sino trabajadores por cuenta ajena, asalariados. La Inspección le reclama 160.000 euros por cotizaciones no pagadas. Deliveroo recurrirá en los tribunales el acta, que no tiene efectos jurídicos en cuanto a la consideración de autónomos o relaciones laborales.