El conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, ha presentado este martes una campaña de concienciación y sensibilización por una #economianeta contra la economía sumergida que, según el sindicato de técnicos de hacienda (Gestha), alcanza el 27% de la economía valenciana, genera más de 27.000 millones de euros y supone entre 2.500 y 3.000 millones de euros en impuestos que las administraciones dejan de recaudar.

La campaña se llevará a cabo en los próximos tres meses con un presupuesto de 35.000 euros bajo el lema 'No embrutes els teus diners. No taques el teu futur' y llegará los medios de comunicación en todo el territorio de la Comunitat con el objetivo de "cambiar hábitos y aflorar la economía sumergida, que no es poca", ha apuntado el conseller.

De hecho, el dinero que se deja de recaudar en impuestos por la economía sumergida valenciana (2.500-3.000 millones de euros anuales) "es seis veces el presupuesto de la Conselleria de Economía Sostenible" ha subrayado Climent, quien ha señalado que con ese dinero "se podrían construir 833 colegios, entre 600 y 700 centros de salud, emprender 60 programas de Avalemjoves o multiplicar por 50 las posibilidades de mejorar los polígonos industriales valenciano", ha ejemplificado.

Y es que la Comunitat Valenciana es la cuarta región española con detrás de Andalucía, Extremadura y Canarias en economía sumergida, lo que ha motivado que las Corts instaran a la Generalitat a emprender esta campaña, además de fortalecer las inspecciones laborales en colaboración con el Ministerio y la cooperación entre la Policía Autonómica y la Policía Nacional en este sentido.

Se trata de un tema que "preocupa a todos agentes sociales", ha señalado el conseller, por lo que se ha puesto encima de la Mesa Tripartita -administración, empresarios, trabajadores- y en la Mesa del Diálogo Social y tanto sindicatos como empresarios han garantizado que colaborarán con sus bases para que la campaña llegue al mayor número de personas posible.

En este sentido, Climent ha defendido la necesidad de "ir concienciando a toda la sociedad" ya que "es una responsabilidad de todos y todas". Además, "cuando llegue el momento de cobrar una pensión" las personas que han trabajado en la economía sumergida pueden "tener problemas para cobrarla", ha advertido.

El conseller ha reivindicado estas campañas "menos coercitivas" encaminadas "más concienciar a la gente", al tiempo que la directora general de trabajo y bienestar laboral y directora del instituto valenciano de seguridad y salud en el trabajo (Invassat), Cristina Moreno, ha resaltado que, por primera vez, la Mesa Tripartita ha planteado tres campañas de inspección de trabajo "no con ánimo sancionador sino con ánimo de paralizar este tipo de actuaciones (de la economía sumergida) para conseguir una economía blanca y limpia".

La economía irregular, ha dicho, "nos hace es mala para todos, nos hace daño a todos" y genera "competencia desleal" tanto entre empresarios como entre trabajadores, ya que la renta puntúa a la hora de acceder a becas (transporte, comedor, estudios, etc.).

Por este motivo, en paralelo a la campaña mediática se llevarán a cabo tres acciones de inspección específicas en 2018: una de control a polígonos industriales, otra en el sector servicios (comercio y hostelería) y una tercera en talleres mecánicos.

"DEMASIADO PERMISIVOS"

Desde la patronal de la Comunitat CEV, su presidente, Salvador Navarro, ha advertido que la sociedad valenciana es "demasiado permisiva" con el alto porcentaje de economía sumergida, una "lacra" que ha alcanzado unas cifras que "no se pueden permitir", ha subrayado.

En el ámbito sindical, desde UGT han valorado el "esfuerzo" de la Conselleria de Economía Sostenible por combatir la economía sumergida, una "lacra", han coincidido, que genera "competencia desleal, precariedad laboral, riesgos laborales, desigualdad y tiene un marcado sesgo de género".

También desde CCOO han valorado el esfuerzo que se está haciendo para hacer frente a una economía que, según han apuntado, en la mayoría de los casos "los trabajadores no eligen voluntariamente" y lleva a su "invisibilización", además de impedir que coticen.