A la Conselleria de Economía tampoco le convencen los estatutos del Consejo Empresarial de la Provincia de Alicante (Cepal), la nueva confederación que quieren poner en marcha Coepa y Cepyme Alicante para aglutinar bajo un mismo paraguas a todo el empresariado de la provincia y facilitar las negociaciones con la CEV de Salvador Navarro, constituida en nueva patronal autonómica. El departamento que dirige Rafael Climent considera que el texto que le han remitido los impulsores del nuevo proyecto incurre en varias contradicciones sobre su ámbito de actuación geográfico y reclama que deje claro si se trata de una organización provincial o autonómica. Además, también pide que el nombre de la confederación se ajuste a lo que decidan y que no induzca a «confusión».

Se trata del segundo varapalo que la Oficina de Depósito de Estatutos asesta a los planes de los empresarios alicantinos, que ya tuvieron que ver cómo este mismo organismo se negaba a inscribir la modificación aprobada por Coepa para cambiar su ámbito de provincial a autonómico al estimar que la asamblea que dio luz verde al cambio no había reunido el suficiente quórum, entre otros motivos.

En esta ocasión, el origen del rechazo está en la decisión de última hora de que Cepal tuviera también ámbito autonómico, una medida que se adoptó para presionar a la CEV ante unas posibles negociaciones y también para que, en el caso de que éstas fracasaran, la nueva organización pudiera tener acceso -o, al menos, intentarlo- a las subvenciones previstas en la Ley de Participación Institucional, que sólo se conceden a patronales con implantación en toda la Comunidad Valenciana.

El problema es que este ámbito autonómico sólo se recogió en el artículo 2 de los nuevos estatutos, mientras que, por ejemplo, en el que establece quiénes pueden ser miembros de Cepal se hace referencia únicamente a organizaciones de Alicante y en la composición de su Consejo Ejecutivo también se habla de representación provincial, lo que supone una «contradicción», como apunta el escrito remitido desde la Generalitat.

Del mismo modo, el requerimiento señala que la «denominación (que nuevamente sólo se refiere a la provincia de Alicante) no debe inducir a error». Por todo ello, reclama a los impulsores de Cepal que «subsanen» o «aclaren» las «deficiencias observadas» antes de proceder al registro de los estatutos.

Una ristra de afrentas

Desde la patronal alicantina entienden esta petición como una nueva afrenta por parte del Gobierno valenciano, que se suma a la decisión del Servef de continuar con el procedimiento administrativo para exigir la devolución de las ayudas concedidas al centro de oficios, a pesar de que la causa penal por las supuestas irregularidades cometidas se archivó; el reconocimiento de la CEV como nueva patronal autonómica; o la negativa a inscribir la modificación de estatutos de Coepa.

En cualquier caso, admiten que la subsanación que pide la Conselleria de Economía sobre los estatutos de Cepal es relativamente sencilla, aunque supondrá un retraso en la puesta en marcha de la nueva organización. Algo que corre bastante prisa si se tiene en cuenta la delicada situación por la que atraviesa Coepa -prácticamente a la espera de que le llegue la orden de embargo solicitada por el Servef para pedir su liquidación- y que los empresarios quieren que la nueva confederación esté activa antes de que la patronal actual desaparezca para evitar que se pierda su representatividad.

No obstante, también es cierto que los impulsores de Cepal están pendientes de ver cómo evolucionan las relaciones con la CEV de Salvador Navarro, con la que se han producido acercamientos en las últimas semanas y con la aún tienen esperanzas de lograr algún tipo de acuerdo. De ser así, Cepal establecería definitivamente su ámbito de actuación como exclusivamente provincial, para no entrar en competencia. En caso contrario, se retomaría la idea de establecer un ámbito autonómico.