Ocho de cada diez economistas de la Comunidad Valenciana consideran que el conflicto político catalán repercutirá notablemente en la evolución económica del país, según la encuesta de coyuntura que realiza periódicamente el Consejo de Colegios de Economistas de la autonomía. En concreto, un 47,22% de los profesionales consultados considera que el desafío independentista puede frenar importantes decisiones de inversión, otro 32,5% observa el riesgo de que el conflicto detenga la iniciada senda de crecimiento y el 6,43% teme que pueda llegar a producirse otra crisis. Frente a ellos, sólo el 11,67% entiende que afectará poco ralentizando el crecimiento y apenas un 2,18% no observa ninguna influencia.

Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación de la encuesta en la que han participado el decano del Colegio de Economistas de Castellón y presidente del Consejo Valenciano de Economistas, Jaime Querol; el decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez y el decano del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues.

Eso sí, no todo es negativo. Así, en clave valenciana, el 45,91% de los encuestados opina que el éxodo de empresas catalanas puede beneficiar mucho a la Comunidad Valenciana, claro está, "si se acompaña de medidas políticas y económicas adecuadas". Un 34,13% considera que afectará poco ya que es una cuestión meramente formal y otro 13,2% entiende que los efectos serán básicamente apreciables en las zonas limítrofes.

En cuanto al futuro de una hipotética Cataluña independiente, un 87,53% de los economistas opina que este nuevo estado sería económicamente inviable o tendría grandes dificultades para asegurar su solvencia frente a un 10,38% que considera que sólo tendría complicaciones a corto plazo y sólo un 2,08% que confía plenamente en su absoluta viabilidad económica.

Mejora la economía

En cuanto al barómetro sobre la situación de la economía, se aprecia un mayor optimismo en cómo es percibida la situación de la Comunidad Valenciana frente a algunas dudas hacia la economía nacional, motivadas en parte por la inestabilidad política generada por el conflicto catalán. Si la encuesta de junio concedió el primer aprobado a la economía valenciana en ocho años (un 5,05) en esta encuesta ha subido hasta el 5,5. Aunque la valoración de la economía española también sube del 5,61 al 5,75, la distancia entre ambas se ha recortado notablemente.

El paro continúa siendo el principal problema de la Comunidad Valenciana pero continúa descendiendo en su porcentaje gracias a la recuperación del empleo. Ha bajado más de cuatro puntos desde junio hasta situarse en el 60% mientras que se consolidan otras dificultades que han ido ganando valoración como la inadecuada dimensión de las empresas valencianas (58,15%) y el déficit de infraestructuras y comunicaciones (53,91%). Especialmente llamativa es la percepción de la escasez de abastecimiento de agua que se sitúa en el 25,76% duplicando las cifras de la última encuesta como consecuencia de los efectos de la prolongada sequía.