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Las cestas de Navidad barren para casa

La demanda de lotes sube hasta un 10% en Alicante al recuperarse el consumo - Se aleja de los grandes volúmenes y opta por alimentos gourmet

Las cestas de Navidad barren para casa HÉCTOR FUENTES

Un periodo de diez años de intensa crisis ha dejado pocos escenarios sin revolucionar. También ha ocurrido con los negocios de las cestas y lotes de Navidad, que desde 2007 hasta 2015 sufrieron, al igual que otras actividades, las consecuencias de la recesión. Y fue en 2016 cuando comenzaron su recuperación para registrar este año avances más importantes, de entre el 5% y 10%, según las estimaciones de algunas empresas especializadas. Una evolución que las coloca en «uno de los mejores niveles de hace años», añadían, tras años duros por la crisis.

Además, la salida de la recesión ha conllevado, igualmente, un cambio en la demanda. «Se ha diversificado mucho, tanto en lo que se refiere a compañías como a productos. En este caso, se han abandonado los grandes volúmenes para elegir detalles más reducidos, pero con artículos de mucha calidad», explicaba Juan José Selles, gerente de Bardisa, tienda especializada en productos gourmet, situada en Alicante. Ahora, los lotes, sobre todo de empresas para sus clientes o proveedores, llevan menos piezas, pero más seleccionadas y de la tierra: desde vinos a dulces, pasando por embutidos, conservas, turrones alicantinos, aceites, nísperos en almíbar o «los salazones, que se han recuperado, tras la crisis, para incluirlos en los lotes. E, incluso, hemos tenido algún pedido de gamba roja de alguna empresa como detalle de Navidad para sus proveedores», detallaba Sellés, quien también constataba una mayor incorporación a los lotes de vinos de calidad de la provincia. «Monastrell en todas sus variedades, y, entre ellos, el Fondillón, que ha vuelto a resurgir», apostillaba. Y, aunque no son originarios de Alicante, este año se están incluyendo en las cestas los panetones, «que elaboran firmas alicantinas tanto en Elda (Torreblanca) como en Ibi (Rico) o en Aspe (Asencio)», añadía.

«Identificarse con el territorio»

Según analiza este empresario, las empresas alicantinas están eligiendo productos locales para sus detalles navideños «como una forma de identificarse con su territorio que, además, les posiciona». Y subrayaba que estos lotes no son ya exclusividad de las grandes firmas, como antes representaban las grandes constructoras o las farmacéuticas. La demanda se ha diversificado y ampliado y «ya son empresas de todos los sectores las que realizan los pedidos». Un factor más que ha contribuido al avance de este año. Y los destinos son dentro de la provincia o en el territorio nacional, pero también a países cercanos como Italia, Francia o Inglaterra. Zonas a las que se envían los productos gourmet de Alicante. Así, la recuperación de las cestas de Navidad ha vuelto con fuerza. Además, con incorporaciones nuevas en el tejido productivo.

Empresas jóvenes

«Porque hay empresas jóvenes, dirigidas por jóvenes que han comenzado a operar y que están recuperando esta tradición y con productos gourmet», explicaba Fernando Pons, responsable de marketing de la compañía Sadival, con sede en Valencia, pero que también distribuye en la provincia cestas y lotes de Navidad.

Los pedidos son tanto de empresas para otras firmas clientes o proveedoras o de detalles de las compañías para sus trabajadores. Una tradición que también ha resurgido, tras los años de crisis. Igualmente, Pons confirma que este año la demanda se ha decantado por los productos de calidad en lotes, eso sí, más pequeños. Y los precios son muy variados. «Los hay desde 9,95 euros hasta de 900 euros, que suelen incluir jamones de marca o productos similares», explicaba Pons, quien, no obstante, estimaba que la horquilla media de los precios se sitúa entre los 30 y 40 euros. Y las cestas que encargan empresas para sus clientes con productos con sello de calidad o de destacadas marcas vienen a situarse por encima de los 200 euros, según las estimaciones de tiendas especializadas.

En la era de las nuevas tecnologías, también el comercio electrónico comienza a ocupar su espacio. Fernando Pons subrayaba que este canal está cobrando fuerza. «Está aumentando porque empresas y particulares ya utilizan esta vía como herramienta de compra». En el caso de Sadival, su plataforma online ha crecido y ofrece la posibilidad de «poder elegir productos. Por ejemplo, en el caso de los trabajadores a los que su empresa envía una cesta, teniendo siempre en cuenta el presupuesto marcado». También hay particulares que desean tener un detalle con otras personas que eligen este canal. «Y el valor añadido es que el pedido se puede enviar a su domicilio», explicaba Pons.

Detalles para la familia

También los hogares se han sumado este año a regalar productos de alimentación en Navidad. Ya sea para amigos o parientes. «Esta crisis ha traído más familiaridad», aseguraba Juan José Sellés. Una circunstancia que se traduce en que, en algunos casos se compra un jamón, salmón o lonchas de atún -«antes pedían una hueva»- para aportar a la comida familiar. Otros quieren tener un detalle con los padres u otros familiares. La salida de la crisis parece que también ha rescatado el tradicional aguinaldo en forma de productos de alimentación.

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