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La ejecución presupuestaria abre un nuevo frente entre Coepa y el Consell

Los empresarios denuncian que Economía tiene 200 millones sin pagar y censuran que sólo se ayude a polígonos de determinadas comarcas

El conseller Rafael Climent (derecha). efe

Tensión máxima entre Coepa y la Conselleria de Economía. Si la relación entre ambas instituciones nunca ha sido precisamente fluida desde el cambio de signo del Consell, al menos sus responsables habían sabido mantener las formas. Algo que ayer cambió radicalmente, cuando la patronal emitió un comunicado público en el que denunciaba la falta de ejecución presupuestaria del departamento dirigido por Rafael Climent, al que reclamó, además, «políticas activas reales y no meros planes propagandísticos». Unas críticas que Climent no tardó en contestar con dureza, cuestionando la «autoridad moral» de los dirigentes de Coepa para censurar el trabajo de la Generalitat, ante la situación «jurídica y económica» que atraviesa la organización empresarial.

Un rifirrafe dialéctico que evidencia, por un lado, el malestar de los empresarios alicantinos con la Conselleria -a la que responsabilizan de la más que probable desaparición de Coepa por no haberle dado ni una oportunidad de cumplir con su plan de viabilidad, al exigir la devolución íntegra de las ayudas del Centro de Oficios-; y, por otro, la inquietud de Climent por las críticas que recibe su gestión y no sólo por parte de la patronal alicantina, también de algunos alcaldes supuestamente «amigos», como el eldense Rubén Alfaro, por haber primado las ayudas a los polígonos de las comarcas centrales frente a las de otras zonas.

En su comunicado, Coepa pedía «más diligencia» al departamento de Economía a la hora de ejecutar los presupuestos para evitar «que el dinero se quede en el cajón» y calificaba de «muy grave» la existencia a 30 de noviembre de más de 200 millones de euros de obligaciones pendientes de pago en diversas partidas de empleo y de políticas industriales. Una cifra que la patronal extrajo de los balances que la propia Generalitat publica en la web GVA Oberta.

En la misma línea, insistía en la necesidad de que «ni un céntimo previsto para fomento de empleo, formación de desempleados o cualquier otra política en esta materia se quede sin destino y sin ejecutar» y recalcaba la necesidad de «políticas activas reales y no meros planes propagandísticos». Del mismo modo, también criticaba que las ayudas para la modernización de los polígonos industriales hayan «primado» determinadas comarcas «por razones desconocidas».

Desde la patronal señalaron ayer a este diario que su intención era, en un momento en que se discuten los presupuestos del próximo año, poner de relieve que tan importante como aprobar las cuentas públicas es materializarlas posteriormente. No obstante también reconocían que se trata de «un toque de atención» a la Conselleria «para dejarles claro que seguimos vivos». A los empresarios les ha sentado especialmente mal que ni Rafael Climent ni Mónica Oltra hayan respondido a la carta que les remitieron pidiendo su mediación para propiciar un acuerdo con la CEV o encontrar algún tipo de solución a su crítica situación. Por el contrario, lo que se han encontrado es con la decisión del Servef de reclamar por la vía del embargo la devolución de las subvenciones del centro de oficios y el rechazo de la Conselleria a inscribir la modificación de sus estatutos, que iban a convertirla en autonómica.

Llamada telefónica

Pero quizá más sorprendente resultó la reacción del Conseller, que hasta ahora siempre había tratado de rebajar el tono del enfrentamiento con Coepa, aunque luego su departamento no dudara en actuar contra la patronal alicantina con toda la fuerza que la ley le permite. Climent no tardó en levantar el teléfono para llamar al presidente de Coepa, Francisco Gómez, para afearle sus palabras y, aunque en teoría quedaron en reunirse, poco después emitía una respuesta pública. Así, el conseller reclamó «un mínimo de seriedad, rigor y saber estar» a la patronal alicantina a la hora de valorar al Consell. Además, cuestionó que los responsables de la organización empresarial «estén autorizados -al menos moralmente- para juzgar la manera de gestionar de un gobierno autonómico si se analiza la situación jurídica y económica que arrastra».

También consideró «injusto y poco elegante que se haga este tipo de declaraciones gratuitas acusando de inacción y propagandismo a este Consell» cuando, según afirmó, «el porcentaje de ejecución de la Conselleria (incluyendo Ivace y Servef) es de cerca del 90%». También recordó que su departamento ha ayudado a muchas instituciones alicantinas, como IFA, y aseguró que habían estado «al lado» de Coepa «siempre que nos lo han pedido».

También defendió su plan de ayudas a los polígonos, que aseguró que alcanzará a todas las comarcas en 2019 y defendió que son las primera vez «en Democracia» que la Generalitat ofrece estas ayudas. Ahora falta por ver si el enfrentamiento va a más o se reconduce la situación.

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