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Eugenio Arques: «El corredor del mármol aspira a ser un polo a nivel mundial de productos y servicios»

Sus próximos retos son reforzar la unidad, mayor especialización y convertir el corredor del mármol en un gran polo comercial

Eugenio Arques, en una foto tomada esta semana en una de las canteras del Medio Vinalopó. Áxel Álvarez

¿Cuál es la situación del sector del mármol, tras la crisis económica?

Es un sector consolidado y maduro, con más de 70 años de historia en la provincia. Y en Alicante -en el denominado Corredor del Mármol, situado en el Medio Vinalopó- está el núcleo productor y comercializador más importante de España y uno de los más relevantes a nivel mundial. Además, la provincia lidera en España la exportación de piedra natural. Pero para mantener este peso económico y social el sector ha sabido sufrir y someterse, desde el inicio de la crisis, a una transformación que aún continúa y que se sustenta en la especialización y en la reorientación comercial hacia la internacionalización.

¿Y cuál es el mayor problema?

Esa especialización que ha iniciado ha provocado que un sector que ya de por sí estaba compuesto por pymes se haya atomizado más. Y eso le genera una debilidad para enfrentarse a retos como proyectos estratégicos para garantizar el suministro de la materia prima, la globalización del sector, la mentalidad verde e, incluso, a la hora de reivindicarnos ante las administraciones y acceder a inversiones para innovación e internacionalización.

¿Y cuáles son las estrategias para afrontar estos retos?

Primero, la unión del sector. Crear un «lobby» para hacer visibles nuestros intereses y también los de la ciudadanía. Porque, pese a la crisis, seguimos manteniendo 13.000 empleos, entre directos e indirectos. Y una vez que sigamos esta línea, tendríamos que avanzar en cinco pilares de actuación.

¿Cuáles son esos objetivos?

El prioritario es garantizar el suministro de las materias primas. Necesitamos tener acceso a la ampliación de los yacimientos de piedra natural actuales y a la apertura de nuevas canteras para renovar la fuente de la materia prima, que tiene que ser de calidad y a un coste rentable. Es un derecho y un deber de interés público irrenunciable para abastecer a nuestras industrias y asegurar la sostenibilidad del sector y la generación de empleo y riqueza. El segundo pilar es la especialización en productos o servicios para mantener la competitividad.

¿Pero hacia dónde s dirige esa especialización?

Durante la crisis las empresas sobredimensionadas se han ajustado para enfrentarse a la nueva realidad del mercado, especializándose en aquellos productos en los que eran competitivas. Otras murieron en el intento.Y, paralelamente, trabajadores que perdieron su empleo se convirtieron en pequeños emprendedores, con talleres de fabricación de mármol o piedra natural o comercializadoras, buscando la especialización en producto o servicio concreto. Esa ha sido la clave de la transformación.

¿Cuáles son los otros pilares?

La ampliación de servicio desde la oferta del producto de mármol hasta las soluciones constructivas.Hemos descuidado la conexión con los prescriptores (arquitectos, decoradores constructoras) y con los aplicadores. Y unos y otros, en muchos países, han pasado a preferir otros materiales, por lo que vender sólo mármol, sin facilitar soluciones, ha ido arrinconando al sector, porque se han ido incorporando a la oferta nuevos materiales porcelánicos, de cuarzo, mármol artificial o resinas sintéticas. Pero, además, veo necesario que se cree una rama de enseñanza profesional que facilite la incorporación de especialistas capaces de competir con los nuevos criterios de estética y usos constructivos.

¿Habla de abrirse a otros materiales y no sólo vender mármol de la zona?

Además de acercarnos a los constructores para que nos vean atractivos, creo que debemos avanzar en las soluciones constructivas, el último eslabón de la cadena. ¿Y cómo se hace eso? Como se sabe, nuestra bandera es el Crema Marfil. Y éste junto al Blanco Carrara son los dos mármoles más conocidos en el mundo. También tenemos el Rojo Alicante, el Marrón Imperial o la Piedra de Bateig. Tenemos muchos. Aquí ya comercializamos mármol turco, griego, Negro Marquina. Pero para reforzar la internacionalización, que identificamos como el cuarto pilar de la transformación, debemos crear un polo mundial de productos y servicios de piedra natural y mármoles de todos sitios para dar soluciones constructivas a cualquier proyecto. En estos momentos, hay dos polos importantes a nivel mundial, uno es Xiamen (China) y el otro es Carrara-Verona (Italia). Nosotros tenemos que aspirar a ser el tercer polo en el mundo.Y son necesarias dos líneas de actuación.

¿Qué pasos darán para lograr ser ese tercer polo mundial?

De una parte la participación conjunta en ferias y eventos internacionales y, de otra, seguir apoyando el desarrollo de un fuerte tejido de talleres y comercializadoras especializadas. Así daremos una respuesta completa a cualquier comprador nacional o internacional que venga a buscar piedra natural. Un ejemplo de ello es la reconversión del polígono «El Fondonet» (Novelda). El objetivo es que el Corredor del Mármol sea un gran «centro comercial». Tenemos los yacimientos, tenemos la industria y ahora tenemos que tener los puntos de distribución. Y el quinto pilar de actuación es potenciar y desarrollar el innegable atractivo turístico, geológico, industrial y cultural de nuestra red de yacimientos, compatibilizándolo con la actividad extractiva y la sostenibilidad.

Uno de los hándicaps que ha marcado a esta industria extractiva se encuentra en la necesaria conservación del medio. ¿Cómo actúa en este sentido el sector?

Hoy cualquier proyecto minero está acompañado de su plan de restauración. Cogemos zonas degradadas, sobre todo antiguas canteras de arcilla, y lo que hacemos es rellenar la zona con los lodos (carbonato cálcico) que son los residuos del corte del mármol que genera la industria. Luego lo cubrimos con tierra vegetal y plantas autóctonas. Eso lo financiamos el sector y las empresas. Ahora inauguraremos una zona con motivo del 40 aniversario de la asociación; y estamos trabajando en otras dos, porque es un tema proritario para lel sector. Con el apoyo de los ayuntamientos y la Conselleria estamos haciendo la restauración de huecos (en canteras), y esa es una solución a medio y largo plazo para el tema de los residuos. Al margen de que, como ya he dicho, esos espacios podrían servir después para usos turísticos, culturales o de ocio.

¿Cómo está contrarrestando el sector la crisis exportadora?

El sector de la piedra natural está muy unido a la construcción a nivel mundial, por lo que nos afectó igualmente la crisis de esta actividad. Pero durante este periodo, de 2009 a 2014, las industrias pudieron seguir vendiendo en Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Qatar, China, Brasil, Rusia, México y Norte de África. Sin embargo, desde 2014 la ralentización de la economía China, de algunos países emergentes y la inestabilidad en Oriente Medio, desde 2016, nos están afectando a nuestras exportaciones.

¿Y qué estrategias llevan a cabo para revertir los descensos?

Al margen de diversificar mercados, la nueva línea de actuación de reorientar la internacionalización convirtiendo la zona en ese gran «centro comercial» o polo para ofrecer productos y servicios es una de las estrategias para aumentar la competitividad. Porque, al margen de estos factores que he comentado, en la caída de las exportaciones también han influido otros como las modas. En los últimos tiempos se han puesto de moda los mármoles blancos y grises y nosotros, fundamentalmente, somos referentes en cremas, marrones, rojos y negros. Otro factor es la competencia que suponen mármoles similares a los nuestros en Turquía, China e Irán, además de la aparición, con fuerza, de productos cerámicos o cuarzos artificiales que tratan de imitar al mármol o la piedra natural.

La crisis económica ha reducido el tamaño de la industria, ¿cuántas empresas conformaban antes el sector? ¿Cuántas son ahora?

En los años 2000 éramos un centenar en la asociación y ahora somos 52. Pero en conjunto, en la comarca seremos unas 200. Y si sumamos los marmolistas llegaremos a las 400. Porque hay que tener en cuenta que, además de las industrias son muchas las microempresas operativas surgidas tras la crisis. Y lo que pretendemos ahora es buscar una mayor unidad para fortalecer el sector y ganar competitividad. La asociación ha creado una minicuota para esas pequeñas empresas para que se asocien.

El conseller de Economía Sostenible habló recientemente de unas 900 empresas que conforman el sector en la Comunidad.

Sí se refería al territorio de la Comunidad Valenciana y a todas las industrias que forman el tejido sectorial. Como se sabe,la Asociación Mármol de Alicante también es de ámbito autonómico.

¿Y cuántos puestos de trabajo se han perdido con la crisis?

Estimo que antes abría un 30% o 40% más de empleo.

Hablando de empleo, otro de los aspectos en el que más inciden los sindicatos es en el de la prevención de riesgos laborales

La sociedad tiene que entender que la industria extractiva y del mármol es uno de los más regulados en seguridad. Son sectores de riesgo, pero las empresas tienen sus planes de prevención; y las asociaciones y la administración realizamos cursos formativos para trasladar a los trabajadores todas las medidas y normativas. Y tenemos que seguir formando. Pero, insisto, para el empresariado es un tema muy clave. Hay una conciencia colectiva clara de la importancia de la seguridad y la salud en el trabajo.

A nivel general, ¿qué le piden a la Administración como sector?

Desde la asociación estamos trabajando y colaborando con las distintas administraciones para aunar esfuerzo. Le pediría lo mismo que nos debemos exigir las empresas, que es actuar de forma coordinada y en unidad de acción compartida para crear un marco económico, social y jurídico que consolide de forma sostenible el sector de la piedra natural en la Comunidad. Hasta ahora no ha sido así. Pero la visión de la Administración está cambiando.

¿Se sienten olvidados por la Administración?

No. Creo que la preocupación de las empresas por el tema de los yacimientos y las aperturas o renovación de canteras lo conocen todas las administraciones. A nivel autonómico, se ha reactivado la Mesa de la Minería; y eso es importante. Por otra parte, los ayuntamientos de Pinoso y Algueña prevén presentar un proyecto que permite la planificación para las próximas décadas de un yacimiento como el de Monte Coto, que es el más importante de Europa. Ahora, el problema en la Administración es que el talento de los distintos departamentos se queda estancando y se necesita una mayor coordinación entre ellos para seguir una estrategia global, en el caso del sector. Además, la excesiva legislación sobrevenida en las dos últimas décadas origina una burocratización inasumible.

La Asociación no está integrada ni en la patronal provincial Coepa

Nosotros formamos parte de dos grandes entidades sectoriales como el Clúster de la Piedra Natural, que es de ámbito nacional, y en Fiecova, que representa a las empresas extractivas de la Comunidad.

¿Cómo ve la actual situación de las organizaciones empresariales de la Comunidad? ¿Sabe de las desavenencias entre Coepa y la CEV?

La asociación está convencida de que todos juntos podemos hacer mucho más. La CEV ha contactado con nosotros y tenemos pendiente fijar la fecha de una reunión. Pero también queremos hablar con Coepa. Creo que la unidad entre todos es lo que nos puede dar mayor fuerza al empresariado.

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