La recuperación económica se consolida y el aumento del empleo permite que las familias empiecen a percibir la mejoría que muestran las cifras macroeconómicas desde hace un par de años. Sin embargo, el avance todavía es insuficiente para cerrar la enorme brecha social que se abrió con la crisis y seguirá así mientras las administraciones públicas no se decidan a invertir para impulsar nuevos proyectos capaces de dinamizar el territorio.

Ésa es la principal conclusión a la que llega el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) tras analizar los últimos indicadores recogidos en su Informe de Coyuntura del tercer trimestre del año. Un estudio que refleja, según sus autores, que el «impulso» de la recuperación en la provincia es menor que la media nacional.

Al respecto, el informe destaca la evolución positiva que ha experimentado el empleo en Alicante durante el último año, hasta el punto de que la cifra de afiliados a la Seguridad Social a finales del pasado mes de septiembre -600.832- ya superaba a la del mismo mes de 2008 y se encontraba a apenas 5.000 personas de la registrada en 2007. Sin embargo, como reconoce Ineca, si los «números» soportan esta comparativa, no así la «calidad» del empleo que se genera, que es muy inferior y es uno de los motivos de la persistencia de la brecha social.

En la misma línea, el Instituto pone de relieve diversos indicadores que muestran, a su juicio, que la recuperación de la economía alicantina no es tan vigorosa como la del resto del Estado. Así, por ejemplo, las exportaciones sólo crecen un 1,4% frente al 9,1% de la media nacional; y la llegada de turistas españoles desciende un 8,8% cuando se incrementa en el resto de destinos. Igualmente, Ineca llama la atención sobre el saldo financiero negativo que presenta la provincia -los alicantinos deben a los bancos 13.319 millones más de los que tienen ahorrados-, lo que refleja las dificultades de las empresas y los ciudadanos para generar recursos propios, absolutamente necesarios para poder invertir.

En este sentido, desde Ineca señalan que «son las empresas, las pymes supervivientes de la crisis quienes están tirando del carro de la recuperación, quienes están generando empleo y, por lo tanto, quienes están cosiendo la brecha social». Un esfuerzo que, no obstante, resulta «insuficiente» para poner fin al empobrecimiento y la desigualdad provocada por la crisis.

Por este motivo, el instituto presidido por Perfecto Palacio considera que «las administraciones deben ser conscientes de que la inversión debe llegar pronto para generar un crecimiento sólido y que cimente» y que «sería muy positivo contar con inversiones y con propuestas dinamizadoras con proyectos concretos que aterricen en el territorio». Además, recuerda que ahora sería un buen momento para planificar este tipo de inversiones de cara a 2018.

«Nos preocupa que se menoscabe nuestra competitividad», señala Ineca, quien ha denunciado en numerosas ocasiones la «doble infrafinanciación» que sufre la provincia por parte de la Generalitat y del Gobierno central ya que ninguno de ellos destina a Alicante el volumen de inversiones que le corresponde en proporción a su número de habitantes. A su juicio, hace falta «canalizar» el potencial que tiene la provincia.