El empleo por horas entre semana, en general, y de refuerzo durante el sábado y domingo -en los sectores de la hostelería o el comercio- o durante los «picos» de demanda en el actividad industrial es uno de los tipos de contratación a la que recurren con frecuencia los empresarios de la provincia. Los sindicatos vienen denunciando que las jornadas a tiempo parcial han ido ganando peso sobre el total de la contratación desde los años de la crisis.

En este sentido, los últimos datos del mes de octubre reflejan que en Alicante el empleo por horas representó el 43% (27.327 contratos a tiempo parcial) de la contratación total del mes, que alcanzó los 63.429 nuevos puestos de trabajo creados. Este es el peso más elevado entre las tres provincias de la Comunidad, ya que en Valencia y Castellón este tipo de contrato se situó en el 35% del total. Y en la Comunidad, la media fue del 37,8%.

En los últimos años de la crisis y, ahora, con la recuperación, la precariedad laboral «se ha instalado» en el mercado de trabajo de la provincia, denuncia Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí- La Marina. Una circunstancia que deriva en «un retroceso en la calidad de las prestaciones por desempleo, al no acumular los parados la cotización suficiente para acceder a la contributiva, y tener que percibir los subsidios o las ayudas mínimas de susbsistencia. Y, luego, al final de la vida laboral, la precariedad se traduce en pensiones más bajas, de peor calidad», añade.

Igualmente, desde CC OO, José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo en l'Alacantí-Les Marines, asegura que «la temporalidad y la precariedad laboral son instrumentos que utiliza una buena parte del empresariado para abaratar la producción de bienes y servicios a costa de los derechos de las plantillas y de los salarios». Además, los responsables sindicales inciden en que aunque el peso de la contratación por horas se ha reducido dos puntos en relación a octubre de 2016, «el porcentaje que representa sobre el total de los contratos del mes es todavía muy elevada».

Y advierten de que, en la realidad, el empleo a jornada parcial «se produce en casi todas las actividades de la economía provincial, aunque se ve favorecido por el predominio del sector servicios (hostelería, comercio, hoteles..., incluso en la industria manufacturera en los momentos de aumento de la demanda», apostilla Ruiz Olmos. Este modelo productivo en la provincia, frente al de las otras dos provincias autonómicas, «con mayor peso de industrias potentes, como la automovilística, en València, o la cerámica, en Castellón en lo que marca la diferencia. Y es tradicionalmente en la industria donde el empleo es más estable, además de que habitualmente en los servicios, las retribuciones son más bajas», añade Sánchez.

La economía sumergida

Por otra parte, sobre la precariedad del mercado laboral alicantino, los sindicatos también advierten de que no sólo es «lamentable el abuso de la contratación a jornada parcial, sino que la realidad evidencia que en muchos casos los trabajadores realizan más horas de las fijadas en el contrato, lo que merma sus derechos y salarios. Y pone sobre la mesa la incidencia de la economía sumergida», destacan Ruiz Olmos y Yaissel Sánchez. El último informe del colectivo de técnicos de Hacienda (Gestha) apuntaba que la economía irregular estaría rozando el 28% en la provincia. CC OO y UGT reclaman mayor vigilancia de la Inspección de Trabajo «para reducir estos niveles de economía sumergida», añaden.