La mesa de debate que reunió ayer a más de 1.300 ejecutivos de toda España en el XVI Congreso de Directivos de CEDE que se celebró en el Auditorio Provincial (Adda) de Alicante se centró en los retos del turismo. No en vano, es uno de los sectores estratégicos de la economía española. El presidente de la cadena hotelera catalana Hotusa, Amancio López, concretó que los tres grandes retos que tiene el sector son la transformación del producto (en algunos casos tenemos un producto que está maduro y necesita una transformación), la comercialización internacional de larga distancia, fundamentalmente en los mercados de Asia, Iberoamérica y EE UU, y el crecimiento de la internacionalización». La necesidad de apostar por la calidad «de los viajeros, de los profesionales y de los productos» fue el aspecto que puso sobre la mesa el director del marketing de El Corte Inglés, Javier Fernández Andrino, quien compartió como «clave de futuro» el reto del mercado asiático.

La moderadora del debate, Marián Muro, directora general del Grupo Juliá España, incidió en que el turismo representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y que las previsiones son que en el año 2030 «habrá 1.800 millones de turistas en el mundo».

Por su parte, el benidormense Erik Devesa, consejero delegado de la firma Centauro Rent a Car, que ocupa una posición muy destacada en el ránking nacional de su sector, apuntó que ante el aumento de visitantes: «vamos a superar los 80 millones este año», dijo, el mayor reto es «convencerlos para que repitan, evitando problemas y conflictos». El benidormense también advirtió de que hay que «crear valor a la oferta y separarse del concepto "low cost", que daña la economía».

En una sucesión de ponencias, con un marcado cumplimiento de los horarios, en la relativa al sector financiero participaron José Luis Bonet, presidente de Freixenet y de las Cámaras de Comercio de España, María Dolores Dancausa, presidenta de Bankinter, y Manuel Ruiz, presidente de Caja Rural Central. Una mesa moderada por Francisco Uría, socio principal de KPMG Abogados, responsable del área financiera.

Bonet habló de la necesidad de ayudar a las pymes en su internacionalización, una condición que considera necesaria y que, de consolidarse, supondrá el «otro gran salto que dará la economía española en los próximos años». Pero como ocurrió en varios momentos de la jornada, la situación actual en Cataluña se «colo» en los debates. En este sentido, Bonet dijo que como catalán era optimista sobre el futuro a partir de las elecciones del 21-D. Pero hacía un ruego: «la demostración de fraternidad del resto de los españoles con Cataluña, porque los catalanes creen que no les quieren. Y resulta que sí. Y todo lo que podamos hacer nosotros en ese sentido redundará en concordia y convivencia», añadió, arrancando los aplausos de los asistentes. Anteriormente, había advertido de que «no se ha valorado exactamente hasta dónde puede hacer daño» el problema de Cataluña. Y dijo que una de las primeras consecuencias ha sido marcha a Amsterdam de la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), a la que optaba Barcelona.

De cara al futuro más inmediato considera que Cataluña, todo dependerá «de lo que hagamos los catalanes en las elecciones del 21-D». Apostó por la necesaria vuelta a la normalidad, porque «seguir por el mal camino» supondría que «los que quedamos ahí (refiriéndose a las empresas que no han trasladado sus sedes sociales) vamos a salir en desbandada». Por su parte, Manuel Ruiz, señaló que las cajas rurales han salido muy de forma positiva de la crisis, manteniéndose las 29 cajas rurales regionales y locales «sin recibir ayuda alguna y conservando su independencia». Ruiz recalcó que estas entidades son «entidades modestas», pero tienen como hecho diferencial «la cercanía al territorio o nuestro modelo de banca minorista y tradicional, muy volcado en aportar valor a las pymes y a las familias.

Al comienzo del congreso, intervino el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, quien consideró que los retos que deberá afrontar la economía mundial «siguen siendo muy exigentes» y explicó que existen «varios focos de riesgo a nivel mundial», como los de «carácter geopolítico, la involución proteccionista» o los «desequilibrios» de economías emergentes importantes, al tiempo que consideró «urgente» avanzar en la construcción de una Unión Monetaria «más completa» y también en la fiscal. De todos los retos de la economía mundial, Gual destacó el impacto que puede tener el cambio en las condiciones financieras internacionales. «El proceso de normalización monetaria iniciado en Estados Unidos y que alcanzará a la eurozona en los próximos años, representa un cambio fundamental para cualquier empresa o actor económico», dijo.