La cosecha de uva de vino se ha visto reducida casi un 20% en la provincia por los efectos de la sequía. Las cooperativas y bodegas privadas de la provincia adscritas a la denominación de origen han recogido en esta campaña un total de 26.332.072 kilos de uva, lo que representa un 19,15% menos que en el año anterior. No obstante, en el Consejo Regulador consideran que esta es una "variación normalizada en la zona", donde a una "campaña de muchos kilos le sucede otra de menos cantidad", según apuntaban fuentes de la denominación.

La sequía, igualmente, ha provocado, que de forma excepcional se haya adelantado un mes la recogida de la uva, ya que en zonas del Vinalopó la vendimina comenzó ya en julio y en las primeras semanas de agosto se cosechaban las primeras variedades tintas. Al final, la recogida finalizó en la primeras semanas de octubre. Y aunque la sequía ha bajado la producción, el calor también ha permitido en esta campaña un aumento en treinta décimas del grado de la uva, que se ha situado en 13,67º, y también "una buena maduración, lo que anticipa muy buenos vinos y mayores posibilidades para los enólogos en bodegas, con mayores tiempos de crianza, fermentaciones adecuadas, etc", según las mismas fuentes del Consejo Regulador.

El descenso en la cosecha se ha acentuado más en la zona del Vinalopó, que aglutima la mayor parte de la producción. Y, especialmente, la bajada ha sido mayor en la zona del Medio Vinalopó, que en la parte Alta debido, fundamentalmente, a algún "episodio puntual como el granizo en Algueña. No obstante, la calidad en las uvas garnachas, syrah o monastrelles ha sido muy buena", añaden en la denominación de origen, a la que se encuentran adscritas 39 bodegas.

En la Marina Alta se han recogido, aproximadamente, un 10,74% de la producción en las seis bodegas adscritas al territorio de marca protegida. Y al contrario que en el Vinalopó, la reducción de la cosecha en esta zona ha sido sólo del 1%.

Por otra parte, en esta campaña también se ha detectado un incremento de la producción de las bodegas privadas, que han aumentado un cuota más de cuatro puntos porcentuales al alcanzar ya el 22,18%. No obstante, las cooperativas elaboradoras de vino son mayoritarias al representar el 77,82% del total de la uva cosechada para vinificación.