Alicante, la provincia más pobre de la Comunidad Valenciana, volverá a ser el próximo año la que menos inversión per cápita reciba del Consell. Así lo denunció ayer el presidente del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), Perfecto Palacio, durante la presentación del informe que el organismo ha realizado sobre el proyecto de Presupuestos de la Generalitat para 2018, en la que también lamentó la falta de «transparencia» del Ejecutivo autonómico, que sigue sin detallar el destino geográfico de la mayoría de sus inversiones, lo que impide una correcta fiscalización de las mismas, según afirmó el empresario, que estuvo acompañado del director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis.
Así, de los 510,9 millones que las distintas consellerias destinan a inversiones directas -es decir, sin contar el dinero que se gasta a través de los organismos dependientes y las empresas públicas como Ciegsa-, sólo el 44% aparece territorializado, según Ineca. Son 224,8 millones de los que sólo 72,9 millones se destinan a Alicante, 10 millones menos de los que le correspondería por su peso poblacional. Esto se traduce en que la inversión directa de la Generalitat en la provincia se reducirá a 39,72 euros por habitante, menos de la mitad de los 85,79 euros per cápita que se destinarán a Castellón. Se da la paradoja de que esta última es la provincia con mayor renta per cápita de la autonomía, con 21.662 euros frente a los 17.563 de Alicante.
«El presupuesto es una herramienta que sirve para corregir desigualdades entre territorios y aquí no se está cumpliendo. Al contrario, se agrava», lamentó Palacio, que denunció la «doble infrafinanciación» que sufre la provincia por parte del Estado y de la Generalitat. Al respecto, también volvió a criticar el actual sistema de financiación autonómica, que perjudica a la Comunidad, pero señaló que Ineca no acudirá a la manifestación del próximo sábado para reclamar una financiación justa para la autonomía. «No somos una patronal, nosotros no representamos a nadie», justificó su decisión.
