El mercado de vehículos de ocasión continúa con su partircular edad de oro. La falta de sustituto para el plan PIVE -que agotó su presupuesto a mediados de 2016- ha provocado que las ventas de vehículos usados estén creciendo este año a un ritmo muy superior al de las nuevas matriculaciones. Así, hasta el pasado mes de octubre se vendieron en la provincia 67.356 automóviles de segunda mano, lo que supone un incremento del 14,45% sobre las cifras del mismo periodo del año pasado. Mientas tanto, las ventas de vehículos nuevos sumaron 52.683 unidades, sólo un 6,66% más, y la mayoría de este incremento se produjo por la mayor demanda de las compañías de alquiler -las populares «rent a car»-, que aumentaron sus flotas por la buena marcha del turismo en la zona.

En este sentido, desde la principal asociación de concesionarios del país, Faconauto, recuerdan que durante los años más duros de la crisis ya se disparó el comercio de coches usados, ante las dificultades por las que atravesaban muchas familias. El cambio de ciclo económico debería haber frenado esta tendencia pero la falta de incentivos económicos para adquirir vehículos nuevos -que suponían importantes descuentos sobre el precio final del vehículo- ha vuelto a reactivar el mercado de ocasión.

Eso sí, con alguna diferencia. De esta forma, aunque son los coches de más de diez años los que siguen copando la mayor parte de las operaciones (el 56% del total). son las ventas de vehículos seminuevos (de 0 a 3 años) las que crecen con mayor fuerza. Hasta octubre se dispararon un 52,8% en todo el país y todo apunta a que seguirán por esa senda.