¿La crisis de Cataluña supone un riesgo para la recuperación?

Evidentemente. La imagen que se está trasladando no es buena y ahora, encima, se ha internacionalizado el conflicto, con Puigdemont en Bélgica. Eso no nos beneficia nada. Los posibles inversores americanos o europeos que lo vean no van a entender nada. Y, sobre todo, estamos perdiendo un tiempo precioso para hacer otras cosas y no estamos poniendo el foco en lo que deberíamos, que es potenciar la actividad.

¿Ha actuado correctamente el Gobierno en toda esta crisis?

Creo que el Gobierno no podía permitir lo que ocurría, tenía los mecanismos y ha actuado. ¿Qué quizá esta situación no sea sostenible en el tiempo? También. Al final tendrán que sentarse y llegar a acuerdos porque no queda otra. Eso sí, con sentido común, en el marco constitucional.

¿Cómo valora la llegada del Sabadell? ¿Realmente tendrá repercusión económica?

Creo que sí la tendrá. Estoy convencido de que cuando los directivos del Sabadell pisen más el territorio, más convencidos estarán de quedarse. Y para Alicante también es una ventaja que una de las primeras entidades del país decida traer aquí su sede. Además, esto se suma a la Volvo, el congreso de CEDE... sin duda la imagen de Alicante está mejorando.