Los planes de jubilación privados atraviesan horas bajas. A pesar de las constantes advertencias sobre el agotamiento de la «hucha de las pensiones» o sobre la falta de sostenibilidad del sistema público de la Seguridad Social, lo cierto es que las nuevas generaciones no parecen apostar por este tipo de productos, hasta el punto de que las nuevas contrataciones ya ni siquiera cubren las bajas que se producen porque sus beneficiarios alcanzan la edad de jubilación y empiezan a cobrarlos.

Así lo reflejan las últimas estadísticas elaboradas por el Observatorio Inverco -la organización que agrupa a las principales gestoras del ramo-, que señalan que sólo el año pasado el número de partícipes de planes de pensiones privados se redujo en casi 2.500 personas en la provincia y en cerca de 69.000 en el conjunto del país por esta falta de nuevas contrataciones.

En el caso concreto de Alicante, al finalizar 2016 tenían un plan de jubilación privado en la provincia 304.023 personas frente a las 306.450 con que finalizó el ejercicio anterior. Un descenso moderado, de sólo un 0,8%, pero que refleja claramente la citada situación.

Como apunta el director de Estudios del Observatorio Inverco, José Luis Manrique, se trata de una tendencia que se viene observando desde hace ya unos años -con alguna excepción, como la que se produjo en 2015 por el trasvase de partícipes desde los seguros de vejez, que es un producto distinto-, y que tiene sus raíces en la crisis económica y en la nueva realidad del mercado laboral. Así, Manrique recuerda que durante la etapa más dura de la recesión hasta 100.000 españoles rescataban anualmente sus planes de pensiones privados de forma anticipada al quedarse en paro y no tener otros recursos disponibles. En la actualidad esta cifra se ha reducido pero las nuevas contrataciones siguen bajo mínimos debido a la elevada precariedad y los bajos salarios de los empleos que se están creando. «Si la gente tiene problemas para llegar a fin de mes, está claro que no pueden guardar para la jubilación», apunta el experto.

Los ejemplos europeos

No obstante, el director de Estudios del Observatorio Inverco también considera que «faltan estímulos» que incentiven este ahorro para la vejez. Así, recuerda que en muchos países europeos como Suecia el Gobierno envía a los ciudadanos la denominada «carta naranja», en la que se hace una simulación de cual será su pensión pública en el futuro. Pero, sobre todo, desde la organización que agrupa a las grandes gestoras apuntan la conveniencia de poner en marcha medidas como las emprendidas en Reino Unido, donde los empresarios deben ofrecer la posibilidad de contratar un plan de pensiones a sus trabajadores, lo que ha elevado la cobertura de estos productos hasta el 70% de los profesionales. En el caso de Alicante, por ejemplo, los planes privados apenas llegan al 16,8% de la población.

Además, desde el Observatorio Inverco también llaman la atención sobre la escasa cuantía que los alicantinos tienen guardada en sus pensiones privadas que, de media, apenas es de 5.666 euros, una cifra baja incluso para los estándares españoles, donde la media es de 9.004, y que Manrique vincula a la mayor propensión de los alicantinos a poner sus ahorros en el sector inmobiliarios.

Eso sí, la buena noticia es que, tanto el importe medio como el patrimonio total de los planes de pensiones contratados en la provincia -que sumaba 1.722 millones al finalizar 2016- va en aumento, gracias a la rentabilidad que están obteniendo estos productos, lo que compensa la falta de nuevas aportaciones por parte de los partícipes