El concepto de felicidad comienza a ser una aspiración que trasciende el terreno personal y se está instalando progresivamente en el ámbito profesional. Los trabajadores también buscan en sus ocupaciones alcanzar mayores cuotas de bienestar.

Tanto está cambiando el escenario al respecto que tener una buena remuneración -que hasta ahora se encontraba entre los aspectos más valorados- ha bajado de la tercera a la sexta posición en el ránking de la población ocupada de la Comunidad a la hora de medir la «felicidad» en el trabajo, sin dejar de ser un factor relevante, según refleja la última Encuesta sobre «felicidad laboral» que la empresa de recursos humanos Adecco realiza desde 2011. Tener un buen salario obtiene una puntuación entre los empleados autonómicos de 7,86 sobre 10, frente a la de 8,37 con que se aprecia tener un horario de trabajo que permita la conciliación laboral y personal.

Esta es una de las conclusiones de la VII Encuesta sobre la «Felicidad en el Trabajo» de Adecco, realizada entre más de 3.500 trabajadores, 240 de ellos de la Comunidad. Esta encuesta refleja, además, que el 77,1% de los empleados autonómicos es feliz en su empleo. Un porcentaje superior a la media española del 76,6%. Pero que, sin embargo, es el más bajo desde que comenzó a elaborarse el informe y, además, baja cinco puntos porcentuales en relación al 82,1% que suponía dos años antes (2015). Un descenso que viene a indicar que, pese a la reactivación de la economía y el empleo en España, los ocupados parecen ser menos felices que hace dos años y que comienzan a valorar, además de la remuneración, otros aspectos de su trabajo. En paralelo, los que responden que no son felices en su entorno laboral suben al 22,9%, frente al 17,9% que representaban en 2015. El informe también explica que los jóvenes es uno de los colectivos que menos satisfecho está con su empleo actual.

El origen de estos cambios en las aspiraciones o prioridades puede encontrarse en el hecho de que en la evaluación del mundo laboral, la población ocupada ha introducido otras variables como la flexibilidad del horario, el buen ambiente de trabajo o el desarrollo de las capacidades profesionales. Factores todos ellos que contribuyen a mejorar la «felicidad» en el empleo. Un concepto que para el 57% de los trabajadores de la Comunidad no es una moda pasajera, sino que es una aspiración «que ha llegado para quedarse», subraya la encuesta. No obstante, el 20% de los preguntados considera que en unos años las empresas pondrán el foco en otros valores «y se olvidarán de la felicidad de sus trabajadores». Y entre los argumentos que esgrimen para defender la necesidad de implantar medidas para el bienestar profesional es el de la productividad.

«Más productivos»

La encuesta, realizada a través del Instituto Sondea, revela que el 95% de los trabajadores autonómicos piensa que «los empleados que son más felices son también más productivos». Una opinión que crece 1,4 puntos porcentuales en relación a un año antes. La directora de comunicación y marketing de Adecco, Margarita Álvarez, explica que «cuando comenzamos a introducir esta manera de pensar en las empresas hace años creían que era un tema frívolo, una moda sin importancia. Pero cuando aparecieron los primeros estudios en los que se vinculaba felicidad con mayores índices de productividad y compromiso, las compañías comenzaron a tomarse en serio este tema».

Ahora, tener una flexibilidad en el horario de trabajo que permita la conciliación laboral y personal es uno de los mayores deseos. En la encuesta, los empleados de la Comunidad le conceden a este aspecto 8,37 puntos sobre diez, seguido de tener un buen ambiente laboral entre los compañeros, factor al que le otorgan 8,23 puntos, además de poder desarrollar habilidades y competencias personales, al que puntúan con 8,21. Tras ellos, se valora, con 8,15, tener un buen jefe y la realización personal, con 8,11. Igualmente, la reciente ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas por el nacimiento de un hijo, un 48,1% de los consultados cree que contribuye a crear una situación de «felicidad laboral».

No obstante, pese a que estas aspiraciones comienzan a darse a conocer, a verbalizarse, la población ocupada también admite que aún es baja la implementación de medidas por parte de las empresas relacionadas con el bienestar en el trabajo. En esta última encuesta sólo el 15,4% opina que las compañías lo están haciendo «de manera seria». Otro 36,5% considera que se hace «tímidamente». Pero el 48,1% cree que las empresas no están llevando a cabo suficientes «políticas de "felicidad laboral"».