Los grandes touroperadores europeos y, sobre todo, el mercado británico, vuelven a mirar al norte de África y el Mediterráneo oriental, con unas reservas que crecen un 70% para este invierno y el próximo verano. La crisis de Egipto, Turquía o Túnez, que se hundieron por el terrorismo, han convertido a España y sus costas en un refugio para el turismo internacional. Hoy, ese factor externo toca a su fin. Han sido años de tranquilidad para áreas como la Costa Blanca, que pudo sortear el impacto de la crisis en el consumo nacional, y realizar las inversiones aplazadas para elevar la rentabilidad.

La patronal sectorial Exceltur cifra en 12 millones el número de «turistas prestados» por esos países desde 2011; cuatro el pasado 2016. Sin embargo, las estadísticas marcan un punto de inflexión. Turquía y Egipto han registrado una notable recuperación este verano.

Tras unos meses sin atentados terroristas, Turquía creció un 46,4% en julio y agosto; Egipto, un 46,7% en julio. Estas cifras de afluencia están detrás de la caída de turistas extranjeros a España con paquete turístico. En julio y agosto descendieron un 4,2%, mientras que en las autonomías de sol y playa se desaceleró hasta el 5,7% la llegada de turistas.

Según la patronal Exceltur, Turquía y Egipto han recuperado 3,5 millones de turistas extranjeros, la mayoría procedente de países asiáticos y del este de Europa. Además, se aprecia ya una recuperación hacia esos destinos de los mercados emisores claves para España. Los alemanes en Turquía crecieron un 3,9%; los franceses un 15,5% y los italianos un 8,1%.

En esa línea, los últimos meses «serán previsiblemente testigos de un menor dinamismo del PIB turístico» por diferentes factores, entre ellos la «paulatina vuelta a la normalidad de los destinos turísticos del Mediterráneo oriental y norte de África y ciudades europeas, que comienzan a recuperar parte de los turistas perdidos».

TUI levanta el veto sobre Túnez

Las grandes corrientes del sector apuntan a un cambio de ciclo. El gigante mundial de la touroperación TUI, que canceló sus vuelos a Túnez después de los atentados de 2015 que provocaron la muerte de 30 británicos, ha decidido recuperar este invierno los vuelos a ese país. Su gran rival, Thomas Cook, lo anunció en agosto. La clave ha sido el cambio de postura del Gobierno británico, que ha dejado de considerar peligroso desplazarse allí.

La industria valenciana reconoce que esta es «una de las amenazas de riesgo» para la Costa Blanca, en palabras de la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes. «Les va a costar años recuperar las cifras que llegaron a tener pero su potencial turístico es incuestionable en cuanto a calidad de oferta, precios e inversión pública», añade. Su recuperación será a costa del incremento de España de estos años.

Preocupa especialmente el mercado británico, gran nicho de Benidorm. El chequeo que realiza Hosbec de ese país emisor revela que sus reservas para la temporada de invierno y verano en estos países se ha disparado un 70%. «Se ha perdido el miedo», dice, y tras los atentados de Londres, París o Barcelona, ha calado la impresión de que «el atentado puede llegar en cualquier sitio». «Ya no es una cuestión del mercado islámico», dice. Y añade que, en este nuevo contexto que traerá mayor presión competitiva, la tasa turístico puede impactar negativamente sobre un mercado de viajes en paquetes cerrados.