? Especialmente molesto se muestra Cristóbal Pons con la mención que el ponente, el magistrado Juan Francisco Martel, le dedica en la sentencia al asegurar que «al tribunal le ha causado estupor que la única persona que había sido propuesta por las partes acusadoras para ser interrogada sobre los supuestos ardides por los que presuntamente fue convencido desde la CAM para efectuar la ingente inversión en cuotas participativas que realizó, finalmente no declaró al ser expresamente renunciado dicho acto procesal por su defensa proponente». Un renuncia que obedeció en realidad a la disfunción que provocó el fallecimiento de un familiar directo de su abogado precisamente el día que tenía que comparecer. «Fue una fatalidad», señala Pons, quien añade, que, además de que está todo recogido en el escrito de acusación, también había sido llamado a declarar por la defensa del exdirector general Roberto López Abad, «que no abrió la boca».