Dos reuniones para dos resoluciones históricas en el contexto de las organizaciones empresariales de Alicante. Tanto las asambleas extraordinarias de la patronal provincial Coepa como la de las pymes (Cepyme) acordaron ayer «por unanimidad» modificar el ámbito territorial de actuación para pasar a ser autonómicas. Y, además, decidieron sumar fuerzas en una nueva confederación provincial (Cepal), «para unir a todo el empresariado alicantino y defender sus intereses», según el presidente de Coepa, Francisco Gómez. Aunque esta alianza no supone perder la autonomía de ambas organizaciones.
Dos acuerdos trascendentes y que son fruto del complejo contexto en que se mueven en los últimos tiempos las organizaciones empresariales de la Comunidad. Por una parte, los problemas económicos de Coepa, que tiene que cumplir con el plan de viabilidad al que se comprometió para salir del concurso de acreedores. Problemas que también afectan a la castellonense CEC, inmersa en un proceso concursal. Y por otra, el enfrentamiento que ambas mantienen con la CEV, que no reconoce para aprobar su integración en la misma el papel de las actuales patronales provinciales y apuesta por una nueva figura para las tres demarcaciones.
El hecho de que Coepa como Cepyme decidieran ayer modificar sus estatutos para abarcar el ámbito autonómico supone todo un desafío a la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) de Salvador Navarro, que se ha convertido «de facto» en la heredera de la ya extinta Cierval, patronal autonómica desaparecida por arrastrar graves problemas económicos.
Cuestión de supervivencia
Sin embargo, los mandatarios de las dos organizaciones alicantinas rechazan que quieran entrar en competencia con la CEV e, insisten, en que se habrían visto abocados a este nuevo escenario, «forzados por la posición de la Generalitat Valenciana, que solamente reconoce el ámbito territorial de la Comunidad autónoma», señaló tras la asamblea de Cepyme, su presidente, Cristóbal Navarro. El movimiento podría encuadrarse más en una estrategia de supervivencia, ya que con la territorialidad autonómica, podrían optar a las ayudas provenientes de la Ley de Participación Institucional y que les correspondería por su representatividad. Una circunstancia que afectaría más a Coepa que a Cepyme, ya que esta última incide en un comunicado en que «nuestro posicionamiento en absoluto es para la captación de los fondos públicos», ya que dice ni los ha recibido nunca, ni los ha solicitado.
No obstante, en otro párrafo, Cristóbal Navarro considera «lamentable que se le permita a un jugador de la partida hacer trampas y que acto seguido se condicione al resto a que adopten el mismo papel, para poder ser reconocidos». Navarro hace aludiendo, aunque sin citarlo, al hecho de que hace unos meses la Confederación Empresarial Valenciana también amplió el ámbito de la patronal provincial de Valencia a autonómico, en unos momentos en los que ya se veía el final de la hoy extinta Cierval.
Al margen de ello, el trasfondo de los acuerdos tomados ayer, sobre todo para Coepa, hay que buscarlo en el enfrentamiento que mantiene con la CEV de Salvador Navarro sobre la representatividad de las actuales patronales provinciales.
Posturas irreconciliables
Desde hace meses las posturas se han presentado irreconciliables. No se han movido un ápice, y la crisis de las organizaciones empresariales de la Comunidad sigue viva. Además, ayer a la asamblea de Coepa no asistieron representantes de actividades tan importantes en la provincia como el calzado (Avecal) o la hotelera (Hosbec). Ambas patronales sectoriales decidieron integrarse en la Confederación Empresarial Valenciana, aunque todavía siguen siendo miembros de la organización alicantina, manteniendo la doble adscripción. También apostó por la CEV la patronal metalúrgica Fempa, aunque esta sí decidió posteriormente abandonar Coepa.
La asistencia a la reunión extraordinaria no fue masiva, pese a las decisiones históricas que se iban a adoptar, aunque «estaban representados todos los socios porque hubo mucha delegación de voto», explicó Francisco Gómez.
Por otra parte, ahora, cuando Coepa y Cepyme constituyan la nueva Cepal, uno de los primeros movimientos que harán será el de pedir la mediación de la Generalitat en este conflicto, ya que -según aseguran- la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el conseller de Economía, Rafael Climent, se han ofrecido a ello. En sus declaraciones posteriores a las asambleas, tanto Cristóbal Navarro como Francisco Gómez hablaron de la «necesidad de llegar a un acuerdo con la CEV». Según Gómez, la constitución en una entidad con ámbito autonómico «no significa que no queramos ser parte activa en la CEV, al contrario, creemos que más que nunca hace falta una organización autonómica única, unida y fuerte que defienda los intereses de todos los empresarios de la Comunidad. No queremos competir con la CEV sino servir, representar y defender los intereses de nuestros empresarios y ocupar el espacio que nos corresponde dentro de la Comunidad».
Abrir la negociación
Además, el presidente de Coepa considera que con la nueva confederación Cepal, es decir, el Consejo Empresarial de la Provincia de Alicante, «se lo estamos poniendo fácil a la CEV» para iniciar la negociación. «Es una entidad que nace libre de cargas», añade. El nombre elegido es muy similar a la denominación que Salvador Navarro quiere dar a los órganos provinciales de la CEV, aunque estos no tendrían autonomía ni personalidad jurídica.
Con este paso se busca lograr la integración en la autonómica de Navarro y que la nueva Cepal -«que supone una unidad histórica del empresariado alicantino», dice Gómez- sea la que represente a Alicante y defienda los intereses de los empresarios provinciales.
