El sector de la construcción recupera el ritmo tras el ligero bache que sufrió durante el segundo trimestre del año. De acuerdo con los datos divulgados por el Colegio de Aparejadores, hasta el pasado mes de septiembre se concedieron en la provincia 4.533 visados para el inicio de nuevas viviendas, lo que significa que, si nada se tuerce, serán cerca de 6.000 -unas 5.900- las casas que se habrán puesto en marcha a lo largo de este ejercicio, un 21% más que en 2016.

Desde la institución presidida por Martín Pomares llaman especialmente la atención sobre el caso de la ciudad de Alicante, donde en estos nueve primeros meses del año se ha aprobado la construcción de 720 nuevas viviendas, un 86% más que en 2016. Esto sitúa a la capital como el segundo municipio con mayor actividad constructora, sólo por detrás de Orinuela, donde se han iniciado 787 viviendas en el mismo periodo. La cifra todavía resulta más sorprendente si se tiene en cuenta que hasta junio sólo se habían concedido permisos para 257 inmuebles, lo que significa que la mayoría se han aprobado en los meses de verano.

Además de Orihuela y Alicante, también son importantes las cifras de Pilar de la Horadada, donde se han iniciado 445 viviendas, mientras que Torrevieja ha registrado 323. La zona de Elche también está en crecimiento con 294 unidades la ciudad ilicitana y 274 Santa Pola. En el resto de la provincia destacan las 165 viviendas de Finestrat, las 163 de Guardamar, las 146 de Villajoyosa, y las 108 unidades de Teulada-Moraira.

Del mismo modo, los aparejadores recalcan el aumento de tamaño de las nuevas promociones. En el primer semestre de 2017 fue de 6,1 viviendas, cuando en todo 2016 fue de 5,7 viviendas, pero es que en el tercer trimestre la cifra ha ascendido a 9,2 pisos por promoción, el mismo nivel que en 2007.

Martín Pomares recuerda que se trata ya del quinto año de crecimiento de actividad en el sector de la construcción, desde el mínimo alcanzado en 2012.