El Nobel de Economía reconocía ayer el trabajo pionero del estadounidense Richard H. Thaler en el campo de la economía del comportamiento, que ha permitido construir puentes con los análisis psicológicos de la toma de decisiones individual. Sus hallazgos empíricos y sus percepciones teóricas han sido «decisivos» para crear y expandir el campo de la economía conductual, con «profundo impacto» en áreas de la política y la investigación económica, señaló en su fallo la Real Academia Sueca de las Ciencias.

Esta investigación es usada por políticos y otros encargados de tomar decisiones para diseñar medidas e instituciones que incrementan los beneficios para la sociedad y se ha aplicado en áreas como la reforma de la administración pública, los planes de pensiones, la donación de órganos o la política medioambiental.