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40 hacen el camino inverso

La Comunidad recibe 64 empresas catalanas hasta septiembre

Los lazos culturales y el ejemplo del Sabadell y CaixaBank pueden atraer nuevas sociedades desde Cataluña a la Comunidad y la provincia

¿La decisión del Sabadell y Caixabank de trasladar su domicilio social a Alicante y Valencia, respectivamente, son sólo casos aislados o la provincia y la Comunidad podrían convertirse en uno de los principales destinos de la diáspora empresarial que ha provocado la crisis independentista en Cataluña? La respuesta no es fácil. La mayoría de los expertos y los empresarios consultados por este diario creen que Madrid será la más beneficiada por este éxodo -sobre todo en el caso de las grandes empresas que opten por abandonar Barcelona- pero los lazos culturales y, sobre todo, el deseo de evitar la afrenta que supone para los nacionalistas el traslado a la capital del Estado podrían dar más opciones a la alternativa alicantina y valenciana.

De hecho, antes de que el conflicto catalán sufriera la escalada que supuso el referéndum del pasado domingo, la Comunidad Valenciana ya salía beneficiada en el intercambio de mercantiles que se produce habitualmente entre autonomías, por los más variados motivos. Así, de acuerdo con los datos recopilados por la agencia de rating Axesor, entre enero y septiembre de este año hasta 64 firmas catalanas decidieron cambiar su razón social a la Comunidad frente a las 40 firmas valencianas que decidieron marcharse al otro lado del río Cenia.

Claro está que los motivos no siempre tienen que ver con la posibilidad de que la Generalitat declare la independencia, como apunta la directora general de Gesem, Laura Vicente. «Muchas de las firmas que vienen de Barcelona o de Madrid a la provincia lo hacen para reducir costes, huyendo de los elevados alquileres que se pagan en estas ciudades o en busca de proveedores con precios más competitivos», explica la abogada y economista. En muchos casos son delegaciones comerciales de firmas extranjeras que ven en Alicante y su entorno un lugar bien conectado -El Altet es uno de los aeropuertos con más vuelos internacionales- y con unos costes más asequibles, señala responsable de la agencia de valores y consultora ilicitana, que está convencida de que se producirán muchas más salidas de Cataluña en los próximos meses «porque las empresas quieren conservar el pasaporte europeo que no les garantizaría una Cataluña independiente».

Fiscalidad ventajosa

Aunque la apuesta del Sabadell por Alicante puede reforzar el atractivo de la provincia de cara a otras firmas que estén pensando en abandonar la comunidad vecina, el presidente de la patronal Coepa, Francisco Gómez, se muestra convencido de que «Madrid lleva las de ganar». ¿Por qué? Porque la capital se ha convertido en una especie de paraíso fiscal para los más pudientes -al bonificar prácticamente al 100% el Impuesto de Patrimonio o el Impuesto de Sucesiones y Donaciones-, lo que resulta muy tentador para los ejecutivos o empresarios que deben tomar la decisión del cambio de sede.

También el presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, mantiene la opinión de que el mayor éxodo se producirá hacia Madrid. Sin embargo, está convencido de que «Valencia y, sobre todo, Alicante, que todavía mantiene costes bastante bajos, serán una opción para los que quieran evitar la conflictividad que supone el traslado» a la capital del Estado. Navarro, además, considera que la decisión del Sabadell contribuirá a reforzar el atractivo de Alicante de cara a los inversores.

Una decisión justa

El catedrático de Economía y exrector de la UA, Andrés Pedreño, también valora positivamente la elección del Sabadell pero cree que «ahora habría que trabajar para que, además del domicilio social, el banco también estableciera algunos de sus servicios en Alicante». El experto consideraría especialmente relevante que la entidad trajera a la ciudad su división de nuevas tecnologías y su laboratorio «fintech».

Con respecto a la posibilidad de que otras firmas sigan el mismo camino que el Sabadell, Pedreño asegura que lo mejor serían que se evitara la descapitalización de Cataluña «porque, si la economía catalana se hunde, se produciría una recesión en toda España». Por el contrario, considera que sería mucho más productivo centrar los esfuerzos en atraer a las compañías de los Países Nórdicos que quieren contar con una doble sede -en su país y en otro con mejor clima para atraer al talento internacional que no quiere vivir con temperaturas de -20 grados-, o a las que buscan nueva ubicación para eludir los efectos del «Brexit».

Del mismo modo, también el catedrático de Organización de Empresas de la UMH, José María Gómez Gras, considera que el posible beneficio por la llegada de empresas catalanas no compensaría la grave crisis que puede generar la caída de su economía. «A la provincia le sobran atractivos para recibir nuevas inversiones, pero esta no es la mejor vía», asegura. De momento, el éxodo se mantiene.

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