Convertir al enemigo en aliado. Lejos de enrocarse, parece que así han visto tanto el pequeño comercio de la Comunidad como la Conselleria de Economía el nuevo desafío que, en forma de grandes plataformas de venta online, amenaza con llevarse por delante el tejido de pymes comerciales. Aliarse con Amazon para sobrevivir a Amazon.
El pasado 21 de septiembre, la Conselleria de Economía, especialmente crítica con las amenazas al pequeño comercio en forma de libertad horaria, organizó junto a la Cámara de Comercio una jornada para acercar Amazon al tejido comercial autonómico. Más de un centenar de pequeños comerciantes asistieron; varios cientos trasladaron sus dudas e interés a través de las preguntas canalizadas por las patronales coorganizadoras de la jornada, Unió Gremial Cecoval y Covaco. «Es un fenómeno diferente, nuevo y ha llegado para quedarse. Puede ser complementario y aliado», sostiene el conseller de Economía, Rafa Climent.
La Conselleria se lo ha tomado en serio. Según señala su número dos, Blanca Marín, la administración está elaborando un plan de impulso de e-commerce, en el que se definirán las medidas concretas para esta política. «El Seminari d'Estiu del Consell del pasado julio aprobó la elaboración de este plan. Lo estamos preparando con La oficina Pateco y las 3 organizaciones empresariales del comercio.
Impulso del comercio electrónico
El objetivo es presentarlo en diciembre», añade. Las ayudas son otra pata fundamental para el impulso de esta alianza entre el pequeño comercio y la venta digital. «Hemos incluido una consignación de cinco millones para esta finalidad en la última reprogramación de fondos europeos Feder», apunta. En la jornada celebraba recientemente en València, el responsable del marketplace de Amazon España, Javier Alvira, «vendió» a las pymes las bondades de su plataforma para «expandir el negocio». Según los datos que ofreció, más de la mitad de lo que hoy vende Amazon no son productos «propios», sino artículos que venden terceros a través de la plataforma tecnológica del gigante de Jeff Bezos. En 2011 esa cuota apenas era del 5%. Amazon es un monstruo de tráfico. En España ofrece a cada producto un escaparate con 11,8 millones de usuarios únicos al mes.
Y sobre todo evita a la pyme, que lucha por sobrevivir y generalmente carece de recursos, poner en marcha todo el andamiaje logístico (desde la creación de la web al acuerdo con transportistas, pasando por una pasarela de pagos segura, inversión en posicionamiento, traducción de contenido a otros idiomas para vender fuera), ya que también se encarga de aportar todos los servicios logísticos. Amazon, en todo caso, no es una ONG, pero según los testimonios de algunas empresas resulta rentable. Hay, en primer lugar, una cuota de 39 euros al mes más IVA para tener los productos en la web; luego se impone la tarifa por envío del producto, que depende del tamaño (una caja de zapatos tiene un coste de tres euros a cualquier punto de Europa). Y una comisión del 15% sobre la mayoría de productos, que cae al 7%/12% para electrónica y herramientas.
