El impacto de la última recesión en el consumo interno ha abierto el abanico de empresas y sectores alicantinos que se decidieron a internacionalizarse para compensar la brusca caída de la demanda nacional. El último balance de la Cámara de Comercio de Alicante sobre el número de compañías exportadoras de la provincia refleja una evolución al alza en una comparativa del periodo del primer semestre desde comienzos de siglo. Al cierre de junio, eran 5.753 las empresas que operaban en el exterior, la cifra más elevada para un primer semestre desde hace 17 años, ya que en el sexto mes de 2000, los exportadores alicantinos eran 3.712.

Ya en el conjunto del pasado año, el número alcanzó la cifra de 7.832 compañías internacionalizadas, que suponían un incremento del 4,1% en relación a 2015. Una variación similar a la registrada entre enero y junio de este año en comparación con el mismo periodo de 2016.

Y una evidencia más de cómo la crisis ha extendido la tradicional vocación exportadora de Alicante a empresas de distinto tamaño lo refleja el hecho de que, tras la caída del 3,3% registrada en el primer semestre de 2008, la tendencia al alza se ha manteniendo, llegando, incluso, a marcar crecimientos récord. Como en el año 2012, en que el número de firmas exportadoras aumentó un 18,9%, con 5.172 vinculadas al comercio exterior. Desde entonces, sólo en 2015 se sufrió un retroceso del 5,8%.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Bautista Riera, «estos datos demuestran, una vez más, la capacidad de nuestros empresarios de ampliar fronteras, de abrir nuevos mercados».

La exportación ha sido el verdadero balón de oxígeno para la economía provincial durante los años más duros de la recesión y parece que la estela de ampliar o reforzar mercados se mantiene en el actual ejercicio. Un año difícil, en el que, pese a todo, el comercio exterior ha aumentado sus ventas un 3% hasta junio, logrando superar las cifras negativas (-6%) con que cerró el ejercicio anterior, según los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Alicante.

Un año difícil, porque el sector exportador ha tenido que superar circunstancias muy adversas en los mercados internacionales, sobre todo en los más tradicionales. De una parte, 2016 estuvo marcado por la inestabilidad en Europa, el impacto en el consumo de los atentados yihadistas en Francia, Alemania o Bélgica y la retracción de las compras desde Reino Unido por el efecto del proceso del «Brexit» (proyecto de desconexión de la Unión Europa). Y pese a que algunos de estos factores persisten en el contexto europeo actual, sectores como el calzado -el motor de la exportación provincial-han conseguido reducir los descensos acusados del pasado año cuando en algunos meses se superaban los dos dígitos.

En el primer semestre de 2017 la caída de su facturación internacional era más suave, del 6,7%. Además, en junio ya registra el primer repunte en meses, con un incremento del 8,3% de sus exportaciones en relación al mismo periodo de 2016.

Paralelamente, algunos mercados tradicionales que el pasado año redujeron drásticamente las compras empiezan a recuperarse. Es el caso de Alemania -segundo entre los principales clientes donde los exportadores alicantinos vendieron hasta junio un 1,6% más. Sin embargo, Francia, que encabeza la lista de los primeros mercados, sufre un retroceso del 4,6%.

Diversificación

La compensación viene de fuera de Europa, de países donde las empresas ya tenían presencia y han reforzado sus estrategias de comercialización o de otros que representan la diversificación de clientes a la que se ha recurrido durante la crisis. En este sentido, Riera subraya que los exportadores han apostado por «diversificar en el mercado exterior. Así lo demuestran los nuevos destinos que ya estamos consolidando desde la Cámara de Alicante como apoyo a los empresarios».

El mandatario de la Cámara explica que durante la recesión, «los empresarios siguieron saliendo a exportar». Después, «en 2015, tuvimos la crisis de la zona euro. Y, ahora, que vamos recuperando el mercado interior y el de la eurozona como destino preferente de las ventas, seguimos abriendo y consolidando nuevos mercados, como el norteamericano y el del Este asiático». Con cifras, EE UU ha sido en el primer semestre uno de los que ha experimentado un mayor incremento. Las ventas de productos alicantinos a este país han crecido un 18,5%, pese al «efecto Trump». Como se sabe, el presidente norteamericano apostó durante la campaña electoral por políticas proteccionistas. Aunque, ahora, ya instalado en la Casa Blanca, estas no han acabado de concretarse. Igualmente, la provincia ha sorteado el efecto del «Brexit», y sus exportaciones a Reino Unido han crecido un 1,3% hasta junio, según datos del ICEX.

Las ventas a China se recuperan. Aumentaron un 24,8% en el primer semestre, y Suiza se mantiene como mercado alternativo, con un avance del 2,9%. Argelia, por su parte, incrementa un 21,8% las compras a Alicante.

Ahora, pese a la mejoría que está mostrando el sector exterior, la industria del mármol -que sufrió directamente los efectos de la crisis inmobiliaria- no está siguiendo la misma evolución del resto de actividades en la primera fase de la recuperación. Sus exportaciones no remontan ni en manufacturas ni en la venta de bloques en bruto. China, en el segundo caso, y la crisis de algunos principales clientes, en el primero, han hecho mella en su facturación exterior, junto al impacto del conflicto de la estiba en los primeros meses de 2017. Hasta junio, la exportación de las manufacturas de mármol cayeron un 16%. La industria de la piedra natural no ha salido de la crisis. Y pese a ello, sigue liderando la exportación sectorial en España.