Las patronales de Alicante y Castellón no están dispuestos a quedarse cruzados de brazos mientras la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) sigue dando pasos para consolidarse como nueva patronal autonómica sin concederles ningún papel. Por eso, y ante el bloqueo o más bien la inexistencia de negociaciones para llegar a un acuerdo, los presidentes de Coepa, Francisco Gómez, Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, y la castellonense CEC, Néstor Pascual, se han reunido este jueves en la capital de La Plana para dejar claro que pondrán en marcha su propia organización autonómica, alternativa al proyecto liderado por Salvador Navarro, si no se llega a un entendimiento.

Aseguran, además, que su organización tendría mayor representatividad que la impulsada por la CEV, al sumar al empresariado de dos de las tres provincias de la Comunidad, y reivindican que se respete la organización territorial basada en estas demarcaciones -la de CEV se basa en sectores para el conjunto de la autonomía- ya que, según defienden, es el que fija la CEOE.

Por ello han acordado solicitar una reunión con la Generalitat para que intervenga en el conflicto. Además, tal y como adelantó este diario, también avisan de que impugnarán los nombramientos que realice la CEV en los distintos órganos de representación institucional, donde ya ha empezado a sustituir a los delegados que tenía la anterior patronal autonómica, Cierval, ya liquidada.

"Chiringuito a medida"

Los empresarios alicantinos y castellonenses hacen hincapié en que su objetivo es lograr un gran acuerdo para la puesta en marcha de una única patronal autonómica, que incluya también a Valencia, pero donde se respeten la representación provincial. Para ello, Gómez ha explicado que hay muchas opciones - algunas de ellas ya presentas ante el presidente de la CEV, Salvador Navarro -, pero que todas ellas tratan de evitar que la futura entidad autonómica se convierta en "una plataforma personal. Hay que evitar la tentación de crear un chiringuito a medida de determinados sectores y determinado territorio. Además, sin el resto de Castellón y Alicante su legitimidad de esta entidad sería nula".

El presidente de la gestora de la confederación de Castellón, Néstor Pascual, considera que "la defensa específica de los intereses territoriales y concretamente de los empresarios de Castellón, no puede estar representada exclusivamente por una asamblea Valenciana: ¿acaso la CEV va a defender la regeneración de las Playas de Castellón, el problema de la liberación del peaje de la autopista, la carencia de infraestructuras en comunicaciones y carreteras, la proyectada y nunca empezada A-68? ¿Va a ocuparse directamente de la despoblación de los pueblos del interior y de las fincas agrícolas?".

Por su parte, Cristóbal Navarro, en representación de Cepyme Alicante ha manifestado: "solo desde el consenso y la negociación se puede llegar a una organización autonómica real y representativa de todos los empresarios de la Comunidad Valenciana. La negativa de Salvador Navarro, constituye una cacicada que no puede ser apoyada por el Gobierno de la Generalitat en contra de las provincias periféricas de nuestra Comunidad Autónoma, porque la división estará servida y sin ninguna duda se trasladará a otros escenarios de la sociedad. La realidad empresarial no se identifica con un modelo todavía más servil que el anterior y que ha sido inventado por quien defiende que los presidentes de las organizaciones tengan retribuciones astronómicas con dinero público. Nos ponemos a trabajar de inmediato para frenar el atropello a los intereses de las provincias de Alicante y Castellón".