Miguel Blesa, uno de los máximos responsables de la crisis financiera que ha asolado España en la última década en su condición de presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2010, falleció ayer en una finca de caza cordobesa, donde fue hallado muerto con un tiro en el pecho. El disparo fue efectuado con una escopeta en lo que, según fuentes de la investigación, parece un suicidio, aunque habrá que esperar a los resultados de la autopsia para esclarecer lo sucedido. Está previsto que hoy se realice la autopsia tras el repentino fallecimiento, que cogió por sorpresa a todos, especialmente a su familia, que no baraja ninguna hipótesis sobre lo sucedido, según trasladaron fuentes cercanas a la misma.

El cadáver del exbanquero fue encontrado pasadas las ocho de la mañana en una finca llamada Puerto del Toro, en la localidad de Villanueva del Rey, en la provincia de Córdoba, hasta la que se desplazaron agentes de la Guardia Civil y facultativos médicos que solo pudieron confirmar el fallecimiento. Blesa había llegado a la propiedad en torno a las 2:00 de la madrugada, desayunaba junto con un amigo, que es el dueño del coto de caza cercano que frecuentaba, hasta que se excusó para mover su coche, que se hallaba aparcado en la cochera. Junto a ellos se encontraban también en la finca un trabajador y el guarda encargado de la seguridad del complejo de caza situado en Sierra Morena. Instantes después de irse Blesa, el amigo oyó un disparo y alertó de inmediato al guardés de la finca, que avisó a los servicios de emergencias. Los servicios sanitarios certificaron a las 8.40 horas la muerte por disparo de rifle en el tórax. Cuando el juez ordenó el levantamiento del cadáver, el cuerpo de Blesa fue trasladado al tanatorio de Córdoba, situado en el cementerio de la Fuensanta. Allí no acudió nadie por la mañana para interesarse por el cuerpo del exbanquero, que llegó a las instalaciones a las 12.45 en un coche gris sin más compañía que los trabajadores de la funeraria.

El expresidente de Caja Madrid, que acudía con frecuencia a dicha finca para cazar, era un gran aficionado a la caza y poseía licencias D y E para armas utilizadas para la caza mayor. Fuentes de la investigación concretaron a Efe que Blesa tenía, además, 15 armas. Casado en segundas nupcias y padre de una hija que ya le había hecho abuelo, había llegado a Puerto del Toro sin la compañía de su mujer.

Personas cercanas a Blesa aseguran que en los últimos días no encontraron al ex presidente de Caja Madrid ni desanimado ni deprimido, aunque sí estaba preocupado por el devenir de la batalla judicial que afrontaba desde hace años. Las mismas fuentes destacan que el fallecimiento de Blesa se ha producido en un momento que no era el peor para el ex banquero, ya que albergaba «serias esperanzas de que el Tribunal Supremo le diera la razón en el caso de las tarjetas black», por el que había sido condenado a seis años de cárcel.

De hecho, el expresidente de Caja Madrid comentó a Efe tras ser condenado por la Audiencia Nacional que estaba «sereno» y confiaba en la justicia. Aunque el exbanquero no ocultaba su preocupación por los frentes judiciales que tenía abiertos, trasladó en una conversación informal con esta agencia, a finales de febrero, que confiaba en que el Tribunal Supremo viese «de otra forma» lo que habían sido las tarjetas para usos personales de la antigua cúpula de Caja Madrid.

Reacciones

Pese a ser un personaje muy vinculado al PP -fue el expresidente del Gobierno, José María Aznar, amigo suyo, quien lo aupó a la presidencia de Caja Madrid en 1996- las reacciones de dirigentes de este partido fueron escasas a lo largo de la jornada. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lamentó su muerte, pero añadió que no existe una «postura oficial» en el Gobierno al respecto. El PP hizo pública una nota en la que lamentó el «dramático» fallecimiento del exbanquero y expresó sus condolencias a su familia.