La patronal alicantina Coepa no está dispuesta a dejarse comer el terreno por la CEV y a ceder sin más a la nueva autonómica -a la que no reconoce- los puestos de representación que ahora ocupa en diversos organismos, como los consejos sociales de las universidades, los consejos locales o las distintas mesas sectoriales que dependen de la Generalitat y otras administraciones. Al menos, no lo hará sin presentar batalla. Según ha podido saber este diario, los empresarios alicantinos ya están estudiando, junto a sus servicios jurídicos, la fórmula para impugnar los nombramientos que realice la organización presidida por Salvador Navarro a medida que éstos se vayan produciendo.

La cuestión no es menor ya que de la presencia en estos foros depende la recepción de las subvenciones previstas en la Ley de Participación Institucional, con las que el Consell compensa a patronales y sindicatos por el trabajo realizado, supuestamente, en beneficio del conjunto de todos los ciudadanos y no sólo de sus afiliados. Un dinero con el que cuentan para cuadrar sus balances, tanto Coepa -que lo necesita para cumplir con su plan de viabilidad-, como la propia CEV, que, a pesar de haber proclamado su intención de reducir su dependencia de los fondos públicos, para este año aún ha presupuestado casi 600.000 euros de ingresos por esta vía.

La tarea no es sencilla para la patronal alicantina ya que la Generalitat ya ha reconocido a la CEV como organización representativa del empresariado de la Comunidad y le está permitiendo ocupar los sillones que hasta la fecha ostentaba Cierval, en pleno proceso de liquidación. A ello hay que añadir que Coepa debe andarse con pies de plomo para no herir en el fuego cruzado a alguno de sus asociados, como sería el caso de la patronal del calzado Avecal, que mantiene la doble afiliación a la CEV y a la patronal alicantina y cuya presidenta, Marián Cano, fue nombrada hace unas semanas como representante de la primera en el Observatorio de la Industria de la Generalitat.

En este sentido, Coepa no descarta solicitar al Consell este mismo reconocimiento de «organización representativa» del empresariado -en el caso de los sindicatos, por ejemplo, son dos los que tienen esta catalogación, UGT y CC OO- y cuenta a su favor que tiene ya la consideración de patronal más representativa en Alicante por parte de la CEOE. Además, sigue en contacto con la CEC castellonense, con la que no se descartaría algún tipo de acuerdo o colaboración para tener dimensión autonómica. También hay que recordar que, en este asunto, Coepa irá de la mano de Cepyme Alicante para aglutinar el máximo de representatividad.

En este sentido, los empresarios de la provincia no descartan recurrir a los tribunales para conseguir su objetivo aunque la decisión no está tomada y todo dependerá de lo que aconsejen los abogados.

En definitiva, se trata de la reacción de la patronal provincial ante la estrategia que ha adoptado la CEV que, tras rechazar la propuesta de integración que le presentó Coepa, parece dispuesta a dejar pasar el tiempo sin buscar ninguna otra fórmula alternativa de colaboración, sabedora de que el tiempo juega a su favor. Y es que, cuanto más tarde Coepa en despejar su futuro, más complicado tendrá su supervivencia.