A pesar de que la avalancha de «autónomos por necesidad» que se registró durante los años centrales de la crisis ya ha remitido, el trabajo por cuenta propia sigue siendo uno de los grandes motores del mercado laboral alicantino y supone, prácticamente, uno de cada diez nuevos puestos de trabajo que se crean en la provincia. Eso sí, el perfil de quienes se establecen por su cuenta ha variado notablemente: si hasta hace un par de años la mayoría de quienes montaban un negocio lo hacía como último recurso para salir del paro y optaba por abrir un comercio, ahora son la construcción y las actividades profesionales -abogados, ingenieros, expertos en marketing, programadores- los que protagonizan el mayor número de altas. Claro está, con permiso de la hostelería, donde la buena marcha del turismo y el aumento del gasto permite -aunque a muchos les parezca increíble- que siga aumentando el número de bares.

En total, en los últimos doce meses el número de trabajadores autónomos afiliados a la Seguridad Social en la provincia se ha incrementado en 2.710 personas, lo que eleva la cifra absoluta hasta los 126.561, cada vez más cerca de los 132.000 que llegó a haber antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Aunque es un incremento menor que el registrado en 2014 y 2015, cuando cada año Alicante llegó a sumar casi 5.000 nuevos autónomos, «se trata de un crecimiento más sano», en opinión del secretario general de UPTA, Javier Pastor, «ya que responde a una mejora real de la economía y del consumo», algo que no se daba en aquel entonces.

«Las familias empiezan a gastar más, la exportación también va bien, al igual que el turismo, y todo eso repercute en que haya más actividad», explica el portavoz de esta asociación. Así, casi un tercio de los nuevos autónomos alicantinos -805- están inscritos en el sector de la construcción. Por una parte, por el nuevo repunte que experimenta la obra nueva, que eleva la demanda de especialistas en fontanería, electricidad y otra serie de tareas similares que las constructoras suelen subcontratar. Y, por otro, porque muchas familias están realizando las reformas que dejaron aplazadas durante la crisis. Es decir, hay más negocio para estos profesionales que, durante años, fueron los más castigados por la crisis.

Del mismo modo, el aumento de la carga de trabajo y el propio crecimiento del número de negocios en marcha ha elevado la demanda de servicios para las empresas -como asesorías, gestorías, etc- que se han convertido en el otro gran motor del trabajo autónomo, con 283 nuevos afiliados a la Seguridad Social, junto con aquellas que ofrecen seguridad, limpieza o mantenimiento, que suman otros 148 nuevos empleados por cuenta propia.

«Hay que tener en cuenta que la crisis ha provocado que muchas empresas hayan externalizado tareas que antes asumían con trabajadores propios y eso es algo que no parece que vaya a cambiar con la recuperación», señala Pastor sobre la evolución de estos sectores.

A ello hay que sumar, también, el auge de nuevos perfiles como programadores y desarrolladores de páginas web, especialistas en marketing de redes sociales o posicionamiento SEO, que también suelen ejercer profesionales independientes para varios clientes.

Más vendedores de casas

Otro de los sectores donde se ha abierto un importante nicho de mercado que los emprendedores están aprovechando es en el inmobiliario. Cada vez hay más establecimientos dedicados a la venta de casas ante el notable repunte de las ventas y la rentabilidad que ofrece la intermediación. Sólo en el último año esta actividad ha sumado en Alicante 225 nuevos autónomos. Igualmente, también aumentan notablemente quienes abren nuevos negocios relacionados con la Educación (+221) y con la Sanidad y los Servicios Sociales (+204), como clínicas de estética, nutricionistas o dentistas. Servicios en los que las familias vuelven a gastar.

En contraste con todo esto, se reduce la cifra de autónomos que se dedican al comercio (-25), que durante años fue el refugio de quienes se decidían a emprender por pura necesidad ante la falta de alternativas laborales. No ocurre lo mismo con el otro gran sector al que acudieron multitud de parados durante la crisis, la hostelería, donde la cifra de trabajadores por cuenta propia sigue en aumento (+231, en el último año), gracias al tirón que supone el turismo y el aumento del consumo.