La Fundación CAM, heredera de la Obra Social de la caja, resultó directamente perjudicada por el hundimiento de la entidad, que era la que la sustentaba con sus beneficios, mientras que por el torrente financiero del Banco Sabadell discurre el dinero que se obtuvo con la venta de las cuotas participativas, por las que la ya desaparecida entidad de ahorros está considerada responsable civil subsidiaria en el proceso a la última cúpula de la CAM que desde finales de mayo se está juzgado en la Audiencia Nacional. Así lo expuso ayer ante el tribunal de la sección cuarta que preside la magistrada Ángela Murillo Juan José Silva, autor del informe pericial elaborado a instancia de la Fundación sobre el perjuicio causado como consecuencia de la pérdida del negocio financiero de la CAM.
El experto comenzó marcando las diferencias entre la actividad bancaria y la Obra Social, que se nutría mayoritariamente de aquella y, en menor medida de pequeñas aportaciones en concepto de entradas a eventos que organizaba o por visitas a su patrimonio. De ahí pasó a describir el momento en que se produce la segregación del negocio financiero a favor del Banco Sabadell y cómo con esta acción acaban en la entidad catalana los beneficios obtenidos por la venta de las cuotas participativas por las que ahora se le pide una responsabilidad civil subsidiaria para responder, junto al Sabadell, ante posibles damnificados, de así estimarlo el tribunal. Eso siempre después de la aseguradora Caser, llamada a este proceso como responsable civil directa.
El perito explicó cómo lo único que no se pudo traspasar de la CAM al Sabadell fue, además de la Obra Social, la condición de emisor de las cuotas, un producto similar a las acciones pero sin derechos políticos ideado para las cajas y sin cabida posible en un banco. Pero esa condición, insistió, carece de contenido económico.
Un perjuicio de 67 millones
El informe también aborda el quebranto económico que el hundimiento de la caja de ahorros provocó en la Obra Social y que, aunque baraja varias cifra, da como la más fiable la de 67 millones en concepto de lucro cesante. La antecesora de la Fundación CAM venía recibiendo de la caja en torno a los 35 millones al año.
Durante la sesión de ayer, la última antes de que dentro de quince días se reanude el juicio con lasconclusiones y los informes de las partes, se expuso también otro informe, en este caso elaborado a petición del Banco Sabadell, sobre la responsabilidad civil subsidiaria de la entidad por el daño a los tenedores de cuotas. Los autores, Carlos del Olmo y Miguel Solchaga, explicaron que se pueden dar casos en que la indemnización que perciba el cuotapartícipe sea superior a lo invertido. A preguntas del fiscal admitieron que no disponían del registro de titulares de cuotas. Una información, explicaron, que el Sabadell no ha había facilitado y a la Fundación no se le había pedido.
Los expertos plantearon la necesidad de festablecer un precio medio ponderado a la hora de fijar la cuantía con la que resarcir a los cuotapartícipes, algo que se tendrá que realizar en ejecución de sentencia.
El tribunal no permitió, por estar ya fuera de plazo, que el abogado Diego de Ramón, que representa a más de 700 afectados por estos títulos, incorporara a nuevos damnificados que se han querellado posteriormente.
