Cuando el desplome del consumo interno, como consecuencia de la crisis, hacía mella en la cartera de clientes y negocio de los exportadores españoles y alicantinos, el comercio exterior se convertía en la salida más efectiva para poder sobrevivir ante los estragos que provocaba la recesión. Y, ahora, que la recuperación económica se está instalado progresivamente en los sectores y en el empleo, las empresas de calzado, de mármol o de juguete están viendo cómo el balón de oxígeno que representaron los envíos internacionales sufre pinchazos por algunos puntos.
Las ventas al exterior de la provincia alcanzaron el pasado año los 5.000 millones, cifra que representó un descenso del 6,2%, mientras en la Comunidad se mantenían estables, con un mínimo avance del 0,4%, y en España el aumento superó el 1,7%, según datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).
Desde 2016, la exportación alicantina vive muy pendiente de la geopolítica, y se está acostumbrando a tomar decisiones estratégicas para ganar cuotas de mercado, pese a la incertidumbre que viven sus principales y tradicionales clientes europeos. La inestabilidad en la UE se veía agudizada por el «Brexit» (proceso de desconexión de Reino Unido de la Unión Europea) y por el impacto en el consumo de los atentados yihadistas en grandes capitales como Bruselas, París, Londres o ciudades alemanas. Y fuera del mercado común, las proclamas proteccionistas de Donald Trump, nuevo presidente de EE UU, primera potencia del mundo, así como el frenazo de las compras de la segunda, China, se convertían en los factores más adversos para el comercio exterior provincial
Estrategia diversificadora
Un escenario demasiado enrevesado que obligaban a abordar estrategias de diversificación de mercados. Una decisión que los exportadores alicantinos siempre han tenido en la recámara de sus agendas de internacionalización, sobre todo en los momentos más críticos del comercio mundial. Entre los acontecimientos más recientes en el tiempo, también adoptaron medidas similares cuando los atentados del 11-S de 2001 en Nueva York, que, igualmente, pasaron factura a la comercialización en todos los países, o al principio de la crisis financiera internacional.
Ya en 2017, estas estrategias se reforzaron. Países nórdicos -como Suiza y Noruega- y otros mercados asiáticos, al margen del gigante chino, empezaron a ser una alternativa que compensara la caída de los más tradicionales, como Francia, Alemania o Italia. También la decisión de reforzar el posicionamiento en EE UU comenzó a dar resultados en los primeros meses del año. Hasta febrero, Suiza y Noruega eran dos de los mercados que registraban los mayores aumentos de compras a la provincia, con incrementos entre el 8,6% y 18%, respectivamente.
EE UU y Reino Unido
Al cierre del primer trimestre del año, la estrategia diversificadora y el hecho de que comenzaran a despejarse algunas incertidumbres surtían efecto, y las ventas al exterior de Alicante crecían un 5,3%, mientras las importaciones bajaban un 1%. Alemania o Italia aumentaban sus compras a los exportadores provinciales un 13,4% y un 6,7%, respectivamente. Pero Francia, que es el primer cliente, bajaba un 7,6%. Por su parte, las de Estados Unidos remontaba un 25,0% en plena era Trump. El espíritu del proteccionismo con que el nuevo inquilino de la Casa Blanca marcó cada uno de sus discursos durante la campaña electoral, de momento, ha ido perdiendo fuerza y las ventas alicantinas a la primera potencial mundial se han disparado en los primeros compases de 2017.
En el caso del Reino Unido, este mercado -pese al «Brexit»- fue junto a EE UU, China y Arabia Saudí de los más fieles a los sectores provinciales en abril. Los envíos a la primera potencia mundial subieron un 13,4%, al Reino Unido, un 4,9%, a China, un 8,2% y a Arabia Saudí, un 4,5%. Las negociaciones con la UE para la desconexión de Reino Unido, que debían haber comenzado este mes y que tenían un plazo de dos años, han sufrido retrasos.
En el mes de abril, Alicante registró un descenso de sus exportaciones del 9%, lastrado por los descensos del calzado, las hortalizas y el mármol. Esta bajada supone una recaída, tras dos meses consecutivos de tendencia al alza. No obstante, el acumulado del primer cuatrimestre -último dato oficial- refleja un avance del 1,7%.
Así, los balances de los próximos meses determinarán si el resultado de abril es coyuntural y si el comercio exterior provincial levanta el vuelo, pese a que persistan vientos en contra. De momento, la cotización de la moneda única en relación al dólar no parece sumarse a los factores adversos para el comercio exterior español y europeo.Cierto es que la moneda única se ha revalorizado frente al «billete verde» en este año, circunstancia que tradicionalmente suele encarecer las ventas fuera del área euro. No obstante, el aumento, de momento, no ha supuesto una escalada excesivamente abultada. Ayer el euro se cambiaba a 1,1406 dólares. Los exportadores siempre han asegurado que prefieren moverse más en el entorno de la paridad.
En el corto y medio plazo será clave la evolución internacional de los principales sectores provinciales. El calzado, el primer exportador, registraba en el primer cuatrimestre del año un descenso del 9,4%. Sin embargo, este retroceso se encuentra muy lejos del desplome del 23,8% con que cerró el año 2016, según los mismos datos del ICEX.
En abril, el sector agrícola, que es el segundo exportador de Alicante, obtuvo desigual resultado en sus envíos de hortalizas o de frutas. Mientras las segundas crecieron un 14,8% en relación a abril de 2016, las segundas registraron un retroceso del 18,8%. La asociación Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante atribuye la caída «a la merma de la producción por la sequía. La falta de agua nos ha condicionado, y mucha gente no ha plantado algunas hortalizas», explicaba el presidente de la organización Eladio Aniorte, quien, además, advertía de las consecuencias de que se agudice en el futuro más próximo un nuevo episodio de escasez de agua en la provincia .
El mármol, pendiente de China
La industria del mármol -tanto en su versión de manufacturas o piedra natural en bruto- es, junto al calzado, el que acusa desde hace más tiempo la caída de la demanda de los mercados más tradicionales. China, uno de sus principales clientes, ha reducido sus compras de mármol a España un 50% en los últimos tres años- según datos del sector-, debido a la ralentización de su economía. A esta circunstancia se ha sumado en los primeros meses de este año el conflicto de la estiba. El mármol alicantino, cuyas exportaciones salen por el puerto de Valencia, ha sufrido la demora de sus envíos y, por tanto, retrasos en los cobros de los mismos.
La piedra natural es uno de los sectores provinciales que más ha sufrido el retroceso de los principales mercados. Las manufacturas vieron reducidas en un 18,6% sus ventas al exterior, y el mármol en bruto, un 16%. Por su parte, el juguete experimentó un crecimiento del 6,8%. Y el aluminio, que es una destacada industria exportadora en la provincia (Aludium tiene una planta en Alicante), aumentó sus ventas internacionales un 11,9% hasta el mes de abril.
