La Cámara de Comercio de Alicante ya está un poco más cerca de sanear por completo sus cuentas, tras la larga travesía por el desierto que han pasado estas instituciones después de que en el año 2010 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidiera suprimir el denominado recurso cameral, la cuota que obligatoriamente debían pagar todas las empresas y que suponía la inmensa mayoría de sus ingresos. Tras lo duros ajustes realizados en los ejercicios anteriores, la entidad presidida por Juan Riera logró cerrar el pasado año con unas pérdidas de tan solo 418.021 euros, un 8,34% menos de lo que había previsto inicialmente y casi un 60% por debajo de los números rojos que cosechó en 2015, de acuerdo con las cuentas aprobadas ayer por el pleno.

Unos resultados mejor de lo esperado que vinieron marcados por el fuerte aumento de ingresos logrado por la institución. Gracias a la puesta en marcha de nuevos programas y a la gestión de iniciativas públicas como el Plan de Empleo Juvenil, la Cámara recaudó 1,1 millones más que en el ejercicio anterior, hasta alcanzar los 4.388.758 euros. Eso sí, también los gastos sumaron medio millón de euros más, con lo que se situaron en 4.744.088. Un incremento que la institución justifica por los costes de la puesta en marcha de los citados programas y también por las bajas incentivadas de los tres empleados que a lo largo del ejercicio alcanzaron los 60 años y decidieron retirarse.

La entidad también destaca que una parte importante de estos gastos -863.714 euros- se deben a la amortización de su antigua sede del Hotel Palas, que ahora tiene alquilada al Ayuntamiento. En cualquier caso, hay que destacar el contraste que supone la mejora de la situación de la Cámara de Alicante con las dificultades que todavía atraviesan las Cámaras de Orihuela y Alcoy, que aún no han logrado estabilizar sus balances.

Reconocimiento

Por otra parte, el pleno de la Cámara de Alicante aprobó ayer conceder su máxima distinción, la Medalla de Oro y Brillantes, al que fuera su presidente hasta junio del año pasado y todavía máximo responsable del Consejo del Turrón, José Enrique Garrigós. Un galardón que se le entregará durante la celebración de la próxima Noche de la Economía Alicantina, que tendrá lugar el 6 de julio en la sede de la Agencia Europea de la Propiedad Intelectual.

Nacido en Xixona en 1948, Garrigós forma parte de una larga saga familiar ligada a la elaboración del tradicional dulce alicantino. Además de presidir el Consejo del Turrón, también es presidente de Origen España y vicepresidente para Europa de Origin, las organizaciones que aglutinan a las indicaciones protegidas a nivel nacional y mundial. Su llegada a la Cámara se produjo en 1997 y fue presidente de la institución desde 2009 hasta junio de 2016.