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Nuevo asalto en la batalla entre exdirectivos de dos áreas de la CAM ante el tribunal que les juzga

Las declaraciones de los testigos propuestos por los exresponsables de Riesgos y de Contabilidad acaban por beneficiar a las acusaciones

Era una jornada preparada para anotarse en el haber de las defensas, que eran las que habían propuesto a los testigos que ayer comparecieron. Pero, a la larga, acabaron sacando partido de ella los acusadores sin hacer otra cosa que asistir, cual convidados de piedra, al enfrentamiento entre los exejecutivos de los dos departamentos de la CAM en liza por su actuación en las operaciones con las que supuestamente se engordaron las cuentas de la caja, la base de este proceso penal.

Un presunto maquillaje contable por el que desde el pasado 29 de mayo se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional la última cúpula de la entidad: el expresidente Modesto Crespo, los exdirectores generales Roberto López Abad y María Dolores Amorós y los exdirectores Vicente Soriano, Teófilo Sogorb, Francisco Martínez, Juan Luis Sabater y Salvador Ochoa. Un proceso en el que se están pidiendo condenas de hasta 17 años de prisión aunque la solicitud del fiscal se queda en algo menos de la mitad.

La de ayer era la décima sesión de una vista oral que se encuentra en su ecuador. Tras las declaraciones de los acusados y de las demoledoras comparecencias de los inspectores del Banco de España autores del informe que dio origen a este procedimiento, los once testigos que ayer estaban citados (se renunció a cuatro) lo fueron mayoritariamente a instancia de las defensas de quien fuera responsable de Riesgos e Inversiones (Martínez) y de Ochoa, otrora subordinado de Sogorb, exjefe de Contabilidad de la caja de ahorros.

Lo que se pretendía

Al igual que ya ocurrió durante las comparecencias de Martínez y su subordinado Sabater por un lado y de Sogorb y Ochoa por el otro, la batalla entre ambas partes volvió a escenificarse ante la sala que está juzgando la denominada pieza principal de la CAM.

De lo que se trataba ayer era de determinar si, como mantienen estos últimos, nada sabían de que los créditos fallidos que se vendían para reducir el riesgo de la caja (las famosas titulizaciones) llevaban anexa una opción de recompra. Una operación que anulaba el objetivo inicial al no desprenderse la caja realmente del préstamo. La venta pasaba a ser una mera simulación con la que, según mantienen las acusaciones, se inflaron las cuentas de la entidad de 2011 en 168 millones cuando por estas fechas, meses antes de su intervención por el Banco de España, ya se arrastraban pérdidas. Eso o sí, como aseguran los dos primeros, todos estaban al corriente de todo.

Ante el tribunal de la sección cuarta desfilaron ayer antiguos subordinando en la CAM tanto de Sogorb como de Martínez, uno de ellos empleado ahora en una sociedad en la que el exdirector de Riesgos tiene o tuvo intereses, según desveló el abogado de Ochoa, Carlos Mato, que quiso que este dato no se le escapara a los magistrados. Testigos que si bien aseguraron que las polémicas opciones de recompra no se ocultaban también llegaron a confesar que para dar con ellas había que ir expresamente a buscarlas.

Así lo declaró, por ejemplo, el exdirector de Riesgos y Mercados de la CAM Salvador Ibiza, propuesto por Martínez, quien aseguró que nadie le ordenó que ocultara esas opciones y que Contabilidad podía haberlas detectado a través de saldos contables, aunque acabó admitiendo que muy a simple vista no estaban. Y a la pregunta de quién custodiaba físicamente esos contratos aseguró desconocerlo porque en esos momentos, precisó, «la interacción entre todos era muy estresante».

Puestos a tirar balones fuera, Alejo García, otro exdirectivo de la CAM, actual director de Recuperaciones del Sabadell y llamado también a instancia de Martínez, señaló al exdirector general adjunto Agustín Llorca como la persona que estaba al frente de Riesgos.

Quienes testificaron a propuesta de Ochoa, por su parte, insistieron en la idea de que en la CAM había tantas contabilidades como departamentos para reforzar la hipótesis de que el área de Sogorb no habría tenido conocimiento de esa puerta giratoria por la que los créditos fallidos que se vendían volvían de nuevo la caja.

Cuotas

En medio de esta sesión casi monográfica sobre las titulizaciones , el abogado de la Fundación CAM, Alejandro Figueroa, logró que el tribunal escuchara de boca del exdirector de Información Financiera y Cumplimiento Normativo de la caja que no se detectó «ningún incumplimiento» del folleto de emisión de las cuotas participativas. Y que «hubiera saltado la alarma» si el dinero procedente de estos títulos no hubiera pasado a formar parte del torrente financiero que acabó en manos del Sabadell. La entidad catalana, por su parte, aprovechó para que quedara claro que estos productos está excluidos del Esquema de Protección de Activos (EPA).

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