En un mes, casi la mitad de asuntos previstos para todo el año. Éste es el balance que ofrece el nuevo juzgado de Alicante especializado en cláusulas suelo que el próximo 2 de julio cumplirá un mes de funcionamiento, junto con los otros 53 órganos que se han creado en toda España. Hay preocupación ante la posibilidad de que esta nueva especialidad desborde las previsiones iniciales, motivo por el que cada semana se van controlando los índices de entrada de asuntos. La previsión es que en cuanto se alcance la cifra de 900 asuntos se va a tener que poner en marcha otro nuevo, al ser éste el tope anual de asuntos que el órgano judicial puede asumir en un año. La marcha de entrada de asuntos apunta a que en la provincia de Alicante esa cifra ya se habrá alcanzado aún antes de que la sala empiece a celebrar sus primeros juicios, algo que no ocurrirá por lo menos hasta septiembre.

Según fuentes del Palacio de Justicia de Alicante, la semana pasada se cerró con un total de 320 asuntos registrados. El ritmo de entrada de procedimientos no ha parado y la media es de cerca de 20 demandas cada día. Por este motivo, se estima que después del verano el tope de 900 asuntos se habrá rebasado de sobra con las demandas de julio, ya que agosto es inhábil judicialmente.

Aún en el caso de que se tuviera que crear un nuevo juzgado de refuerzo, en estos momentos el Palacio de Justicia está lleno y no hay espacio para habilitar más dependencias. De hecho, para crear este juzgado se tuvieron que trasladar los despachos que ocupaba el Colegio de Graduados Sociales a otras dependencias del edificio. Tampoco hay una solución adoptada para la sala de vistas en la que se celebrarán los juicios. Desde el Decanato de los juzgados se baraja que la comparta con la de los otros órganos judiciales del edificio, o bien habilitar una de las dependencias previstas para despachos para que tenga una propia.

Ante esta perspectiva, los jueces de Alicante ya están planteando que, si es necesario otro juzgado, pedir que se habilite en Elche a fin de que éste vaya asumiendo todas las demandas que afecten a esa zona, en lugar de centralizar todo en Alicante.

A lo largo del primer mes de funcionamiento, la actividad del juzgado de cláusulas suelo de Alicante ha estado lastrada por la falta de medios. Los primeros días no pudo empezar a trabajar por la falta de muebles. En semanas posteriores han ido surgiendo otros problemas como la imposibilidad de conectarse al sistema Lexnet que es el que utilizan los juzgados para notificar por vía telemática sus resoluciones y recibir escritos de las parte, así como la falta de una cuenta bancaria propia en la que ingresar las cantidades de los distintos procedimientos que tienen abiertos. Estos problemas se fueron solventando la semana pasada. Los juzgados comparten su secretario judicial (ahora llamados letrados de la Administración de Justicia) con los de otros órganos, mientras al frente de los mismos se han designado a jueces en prácticas y las plantillas de funcionarios están compuestas por interinos. Como consecuencia de estas medidas, el juzgtado para cláusulas suelo ha sido recibido con recelo por parte de los jueces.