La Comunitdad Valenciana, justo detrás de Cataluña, es la autonomía donde se detecta más fraude a las empresas perpetrado por consumidores con ánimo de delinquir. Esa es una de las conclusiones del «Estudio anual sobre Tendencias del Fraude 2016», realizado entre las firmas integradas en la Asociación Española de Empresas contra el Fraude (AEECF), que pertenecen a los sectores financiero, de telecomunicaciones, automóvil y de créditos al consumo.

¿Por qué el 72,7 % de los encuestados señalan a Cataluña y el 68,2 % a la Comunidad Valenciana? Álex Priantafyllou, consultor europeo en fraude de Experian y miembro de la citada organización, aseguró ayer a este diario que no hay una respuesta concluyente, «pero tenemos pistas que están relacionadas con el crimen organizado, la situación geográfica de esas dos autonomías, el turismo que concentran, la presencia de ciudadanos de la Europa del Este y la facilidad de movimiento hacia Europa».

Apuntado el origen del problema, ¿de qué fraude estamos hablando?. Priantafyllou explica que lo pueden realizar clientes en primera persona, cuando se presentan como tales, o en tercera, es decir, con identidad ficticia o robada. Uno de los fraudes señalados como más comunes en la Comunidad Valenciana está relacionado con el sector financiero. En suma, se trata de aportar datos falsos en la solicitud de un crédito con el propósito de no devolverlo. Cuenta Priantafyllou que hay ocasiones en que es fácil detectarlo a tiempo, por ejemplo si se presenta una nómina burdamente alterada, pero en otras muchas ocasiones el supuesto cliente se sale con la suya.

Este experto precisa que una de las actuaciones delictivas más habituales la padecen las financieras de las compañías automovilísticas: «Hay bandas organizadas que se coordinan para, en muy poco tiempo, enviar a gente a varios concesionarios para lograr financiación mediante datos falsos; cuando consiguen el crédito y les dan el coche se lo llevan y no pagan», asegura Priantafyllou, quien añade que «esta práctica se puede aplicar a cualquier otro sector en el que se pueda financiar el dispositivo, como sucede con los iphone o los ipad», también en la diana del crimen organizado.

El experto señala que algunos de los fraudes más comunes en otros sectores son los siguientes: el abuso en las pólizas de seguros, principalmente por la declaración de siniestros falsos; la manipulación de contadores de la luz o el tráfico ilegal de líneas telefónicas a través de tarjetas SIM (con llamadas y mensajes) para generar fondos. Según el mencionado estudio, más de un 40 % de los defraudadores actúa, de forma recurrente, en diferentes sectores.

Y atención al dato. La práctica totalidad de las empresas encuestadas considera que la digitalización de sus negocios, un proceso irreversible y que cada día será más relevante, supone un mayor riesgo de fraude.