Sendos rifirrafes dialécticos protagonizaron ayer los letrados Javier Boix (defensa de Roberto López) y Carlos Mato (abogado de Salvador Ochoa y hermano de la exministra de Sanidad) con la presidenta del tribunal del saqueo de la CAM, Ángela Murillo, por la preguntas que impidió que hicieran a varios testigos al considerar que eran más propias de los peritos. El momento fue tan tenso que al anuncio de Boix de que constara su «respetuosa protesta», la juez le respondió que la presentara por escrito. A Mato le reprendió con un «¿pero cómo se lo tengo que decir?», a lo que el letrado le espetó que tenía que preguntar. «Pues hágalo usted bien», le replicó en un ejemplo más a lo largo de la vista de que a esta juez no le duelen prendas en llamar la atención a las partes.