El exresponsable de Recursos de la CAM Vicente Soriano, de quien dependían los gastos generales y las retribuciones al personal de la caja, aseguró ayer que era consciente del menor volumen de negocio que se estaba registrando y de la dificultad para hacer frente a los gastos.

«Conocía la tensión de liquidez que había, 2010 no era como 2008 y 2009 y los resultados que se mostraban eran entre un 20 y un 25% inferiores al año anterior», precisó. Por ello se le comunicó que tenía que reducir entre un 2 y un 5% los gastos relaciones con las retribuciones y los incentivos, a lo que él respondió que «no iba a dar para todo, que no le salían los números».

A preguntas del fiscal sobre el correo que le envió al entonces director general en el que decía que para que salieran esos números había que «forzar» muchas cosas, aseguró el acusado, para el que se piden diez meses de cárcel, que con ese «forzar» se refería «a los planes que se habían puesto en marcha para conseguir mejorar los resultados, no a otra cosa».

Soriano matizó, no obstante, que era la comisión de retribuciones y no él la que se encargaba de fijar las remuneraciones, un órgano que «se tomó muy en serio el tema retributivo y donde se debatía en profundidad».

Como han declarado el resto de los acusados, Soriano señaló que los directivos sólo cobraron la parte de los complementos retributivos retenidos correspondientes a ejercicios anteriores y renunciaron a los relativos a 2010 ante la creación del SIP.