Probablemente, si alguien hiciera una encuesta entre los jubilados que a diario se reunen en cualquier plaza española, pocos o ninguno sabría qué es Snapchat, Telegram o Skype. Sin embargo, la mayoría de ellos no sólo sabría perfectamente qué es el WhatsApp sino que, además, muchos de ellos serían usuarios. Y es que el servicio de mensajería creado en 2009 por el ucraniano Jan Koum se ha convertido en un imprescindible en los teléfonos de los españoles y en uno de los principales motivos del uso de internet móvil.

Así lo constata el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que señala que un 80% de los españoles ya lleva un «smartphone» en el bolsillo y que nueve de cada diez (el 88,9%) utiliza habitualmente la citada aplicación. Sólo el Messenger de Facebook -que también es propietario de WhatsApp desde el año 2014-, logra hacerle algo de competencia, aunque a mucha distancia, con un 24,6% de usuarios.

Así, no es de extrañar que cada novedad, cada nueva función que lanzan sus programadores acabe siendo un nuevo éxito y liquide a la competencia sin demasiadas complicaciones. Por ejemplo, WhatsApp también es ya la principal aplicación para realizar llamadas sobre IP y videollamadas desde el móvil -con una cuota de penetración del 29,9%-, con más del doble de usuarios que el Skype (14,5%) y cuatro veces más que el Messenger (7,8%).

A nadie le puede sorprender que la última carrera que han emprendido las entidades financieras sea para incorporar a la popular aplicación un sistema que permita realizar pagos y transferencias entre móviles, ante el discreto éxito de las aplicaciones específicas que han surgido para ello. Por no hablar de que la propia generalización de los «smartphones» también tiene mucho que ver con el deseo de poder tener este servicio y no quedar socialmente marginado del resto de amigos o de la familia.

Más internautas

Más allá de constatar el éxito de WhatsApp, la encuesta también muestra el avance inexorable de Internet, imprescindible ya para la mayoría. El porcentaje de población que ya es internauta alcanza el 82,5% y sigue en aumento gracias, precisamente, a los teléfonos móviles, con los que se conectan a la red el 83,5% de los usuarios. Por el contrario, cada vez son menos los que utilizan el ordenador para consultar alguna página web o cualquier contenido «online». En el último año, quienes entran en internet a través de un portátil han pasado del 56,1% al 53% de los usuarios y quienes utilizan un terminal de sobremesa también han caído del 44,8% al 43,3%. Igualmente, descienden las conexiones a través de tabletas (37,3%) o de videoconsolas (6,1%).

El único dispositivo que gana terreno, además del móvil, es la televisión, con la que se conectan a internet ya un 10% de los usuarios, sobre todo para ver series y películas en alguna de las múltiples plataformas que han surgido.

Redes sociales

Entre los usos principales que los españoles hacen de Internet están las redes sociales, en las que participan ocho de cada diez internautas. En este caso la reina indiscutible es Facebook: hasta el 64,8% de los españoles con conexión a la red tiene un perfil en la red creada por Mark Zuckerberg, lo que supone 40 puntos más del que hasta ahora era su rival más directo, Google+. Y la acotación temporal no es gratuita, porque una de las novedades que refleja el estudio es que Instagram desbancó el año pasado a esta última como la segunda red social con mayor número de usuarios en España, al llegar al 24,4% de los internautas, cinco más que un año antes.

Más móvil que tele

Por otra parte, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia también ha preguntado por el tiempo que dedican los encuestados a ver contenidos audiovisuales y a través de qué dispositivos lo hacen. Para el conjunto de la población, la televisión sigue siendo el electrodoméstico más adecuado para este menester y, de media, cada español se pasa unas 3,1 horas entre semana y 4 horas los fines de semana frente a su pantalla. Pero ejecutivos de las cadenas pueden echarse a temblar porque la cosa cambia radicalmente si se analizan únicamente los datos de los más jóvenes. Entre quienes tienen de 16 a 24 años ya es más habitual ver vídeos en el teléfono móvil que sentarse en el sofá para mirar la tele.

Las que también parecen estar de capa caída son las tablets, que no consiguen un porcentaje superior al 10% del total de consumo audiovisual en ninguna franja de edad.

En cuanto a los contenidos audiovisuales que se miran por Internet, un 58,2% de los usuarios se conecta para ver videos cortos, como los que alberga YouTube o los que se comparten por mensajería; un 47,6% mira capítulos de series y otros 36,2%, películas. También es significativo el porcentaje que asegura ver contenidos generados por amigos y familiares -foto o vídeos-, que son un 29%. Sólo un 16,9% lo utiliza para ver documentales y contenidos similares.