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El nuevo mapa del ladrillo en Alicante

Las nuevas promotoras auspiciadas por fondos de inversión internacionales compiten en la provincia con las inmobiliarias creadas por los bancos y con un grupo de compañías locales que han sobrevivido a la crisis

El nuevo mapa del ladrillo en Alicante

Neinor Homes, Aedas, Kronos, Aelca... Aunque la mayoría siguen siendo unos desconocidos para el ciudadano de a pie -el que no sigue la prensa especializada ni tiene intereses en el sector-, detrás de estos nombres se esconden los nuevos gigantes del ladrillo español. Nuevas promotoras, auspiciadas por grandes fondos de inversión internacionales, que, tras pasar varios años centrados en Madrid y Barcelona, empiezan a expandir su actividad al resto del país a medida que perciben que la recuperación del mercado inmobiliario se extiende a nuevas zonas.

En el caso de Alicante, estas nuevas firmas son las responsables de buena parte de las nuevas promociones que se han puesto en marcha en la Playa de San Juan, que vive un auténtico boom constructor desde hace algunos meses, y también de algunos de los proyectos más llamativos en el centro de la ciudad, como el edificio de viviendas de lujo que se construye en Marvá, junto a la plaza de Luceros. También han puesto en marcha ya nuevas promociones en la Marina Alta.

Eso sí, a diferencia de otras zonas donde han encontrado el campo libre ante la práctica desaparición de los constructores autóctonos, en la provincia estos nuevos operadores deben competir con un buen puñado de firmas locales que han logrado resistir a la crisis y son las que han conseguido que Alicante acapare en estos momentos prácticamente el 10% de toda la actividad a nivel nacional y encabece los ránkings de ventas a ciudadanos extranjeros.

Carteras de suelo

Además de sus accionistas internacionales, todas estas nuevas promotoras tienen en común la enorme cartera de activos -principalmente suelo y promociones inacabadas- que sus fondos propietarios han acaparado a precio de ganga durante los años de la crisis, cuando eran los únicos que compraban. Por ejemplo, Neinor Homes, que hace unas semanas protagonizó la primera salida a Bolsa de una inmobiliaria en España en más de una década, acumula más de 1.200 millones de euros en terrenos.

Esta firma ha sido la última en anunciar su llegada a la provincia, con una promoción de 154 viviendas en la Playa de San Juan, que ya ha empezado a comercializar y espera poner en marcha en breve, mientras busca ya su próximo proyecto. Detrás de ella está Lone Star, que muchos califican como «fondo buitre», y cuya última gran adquisición ha sido el banco portugués Novo Banco, en la subasta que organizó el Gobierno luso tras su nacionalización.

Otro fondo estadounidense, Värde Partners, es también el propietario de la promotora Aelca, que aspira a construir más de 1.500 viviendas este año. Entre ellas, el Residencial Arenas, también en San Juan. Este mismo fondo se acaba de quedar con la promotora Via Célere y durante un tiempo ostentó el 51% de Aliseda, la inmobiliaria de Banco Popular.

Por su parte, el fondo Castlelake es el principal impulsor de Aedas, que ya ha anunciado la construcción de 40 viviendas en el residencial Marina Real de Dénia. Sin duda, uno de los múltiples proyectos que espera desarrollar en la zona, como prueba el hecho de su reciente incorporación la patronal provincial de promotores, Provia.

Igualmente, un grupo de inversores de Gran Bretaña, Suiza, Finlandia y Francia son los máximos accionistas de Kronos Homes, otra promotora de nuevo cuño que, en este caso, se ha especializado en productos de lujo. Son los responsables de la citada promoción de la avenida del General Marvá -37 viviendas que tendrán piscina en el centro de Alicante- y del residencial Nature, de 111 viviendas en la Playa de San Juan.

La apuesta de la banca

A estos nuevos operadores hay que sumar también las propias promotoras que constituyeron los bancos para dar salida a los activos que acumularon fruto de los embargos y las quiebras de sus clientes del sector. En Alicante la más activa es Solvia, que tiene en construcción en estos momentos dos promociones propias en El Campello y en Playa de San Juan, donde, además, también trabaja en otro edificio que construye por encargo de la Sareb, el también conocido como «banco malo».

La gran duda ahora es si todos estos nuevos actores han venido realmente para quedarse o si, como sospecha el presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, Antonio Maciá, la mayoría desaparecerá una vez que hayan concluido la tarea de limpieza de los restos que provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria. «Y lo que más me intranquiliza es la sensación de que se vuelve a construir mucho, de que podrían repetirse fácilmente los errores del pasado», alerta Maciá.

Las propias promotoras tratan de distanciarse de la mala imagen que se ganó a pulso el sector en los años previos a la burbuja. Así, la citada Neinor deja claro que su actividad se ciñe a aquellos emplazamientos donde se dan cuatro condiciones: escasez de oferta estructural, falta de competencia, evolución positiva de la población y demanda insatisfecha.

También Solvia confirma que su llegada al mundo de la promoción tiene carácter estable. En su caso, fuentes de la participada del Sabadell señalan que consideran esta rama del negocio «muy importante», sobre todo porque les permite distanciarse de otros «servicers» creados por la banca, que se limitan a poner en el mercado los inmuebles de la entidad. Con este servicio -ofrecen promover para terceros, como ya hacen con Sareb- quieren captar clientes entre aquellos que compraron terrenos o activos cuando estaban por los suelos y ahora quieren ponerlos en valor.

Las supervivientes

En cuanto a las firmas locales que han logrado sobrevivir a la crisis y encabezan ahora la recuperación del negocio inmobiliario en la provincia, la mayoría son promotores de la Vega Baja de larga trayectoria y con amplias redes de comercialización en el extranjero, lo que les ha permitido mantenerse a flote mientras el resto se hundía. Entre las promotoras alicantinas más activas en este momento destaca TM Grupo Inmobiliario, con proyectos en marcha por toda la costa. La promotora de la familia Serna, por ejemplo, es la responsable del residencial Sunset Drive, el primer gran proyecto que se ejecuta en años en Benidorm. También lograron adjudicarse el Hotel Sidi de San Juan, que han derruido para construir viviendas de lujo.

Otras de las destacadas son Euromarina, la firma de la familia Quesada, que también acumula promociones en marcha en diversos municipios; o el Grupo Marjal, de Francisco Gómez y Javier Fur, que comercializa en estos momentos sus apartamentos y villas de lujo en el campo de golf de Las Colinas, en Orihuela Costa, y en Finestrat, en el entorno del hotel Asia Garden.

En el norte de la provincia se mantienen en activo Murcia Puchades, con proyectos en Finestrat, entre otros, y el Grupo Vapf, de los Soliveres, con sede en Benissa. También han logrado seguir en el tajo algunas delegaciones de firmas nacionales, como la de Espacio, y la filial de la británica Taylor Wimpey, que anuncia en su web hasta seis promociones distintas en la provincia. Y todo esto, claro está, sin contar a Ecisa, que sólo es constructora -no promueve- y que ha centrado su actividad en los últimos años en el extranjero, aunque también es la responsable de las obras del hotel de Terra Mítica o del nuevo establecimiento de la cadena Sol y Mar en Calp, con 30 plantas.

La respuesta alicantina a los fondos

En medio de este puzle acaba de irrumpir Alicante Global Group, la iniciativa que encabezan el expresidente de Coepa Moisés Jiménez y el fundador del extinto Grupo Santa Ana, Juan Antonio Iniesta. De alguna forma, se trata de la respuesta alicantina a estos nuevos actores, ya que su modelo de negocio pasa por adquirir activos de la banca para ponerlos en valor. De momento, ya se han hecho con una promoción en la Gran Vía alicantina y otra en Altea.

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